Mi tía María Dolores es una fuente casi inagotable de materiales para mis manualidades. A veces son tarritos de conservas y mermeladas, otras veces son retales de telas … Siempre que nos vemos aparece con algo interesante con lo que trabajar. Hace ya tiempo me regaló una botella de gaseosa de aquellas tipo antiguo que cierran con un click y que me encantan. Pero como siempre voy con mil cosas la verdad es que pobre botella ha estado en casa esperando su pequeño minuto de gloria durante meses porque además no sabía bien, bien qué hacer con ella.
Abro ahora un paréntesis para mencionar a esos maridos de bloggers y crafters que tienen que ver como armarios y estantes se llenan con materiales para "customizar" y que de vez en cuando preguntan a media voz… "pero ¿de verdad necesitas todos estos tarros?" o " Para qué recoges esto?" mientras tu respondes " pues ahora no lo se, pero ya se me ocurrirá algo" o "Oye, Teresa, con esta botella piensas hacer alguna cosa o se va a quedar aquí a vivir con nosotros para siempre así tal cual como está?" Esos maridos que se comen la mayoría de las veces los platos medio fríos porque antes tienes que hacer una sesión de fotos con ellos o que conviven con la vergüenza de ir al lado de una "loca-movil-en-mano" que saca fotos de todos los rincones de los nuevos locales y restaurantes que visita.
Me parece justo que aunque sólo sea de vez en cuando me acuerde de mi pobre compañero que cuando me conoció no sabía que acabaría viviendo no sólo conmigo sino además con una tal "flamenca" que sufre un principio de síndrome de Diógenes.
Dicho esto… vuelvo a mi botella de gaseosa.
Buscaba darle un aire marino para adornar algunas de mis mesas durante las cenas al aire libre y hacer una manualidad que fuera de aire veraniego.
Como siempre utilicé poquísimos materiales, muy sencillos y me compliqué muy poco la vida. Ya sabéis… frugal, frugal. Por eso esta manulidad participa en el encuentro blogero semanal Finde Frugal de Marcela Cavaglieri.
Un retal de tela de cuadritos vichy en azul y blanco, un poco de cuerda y una estrella de mar. Eliminé las etiquetas y limpié bien los restos de goma, un poquito de ruido de tijeras (chas, chas, chas), un poco de cola… et voilà… Aquí la tenéis… Estoy deseando utilizarla.