Fobia Social

Por Centro Psiconet

¿Qué es la fobia social?

La fobia social está presente en personas con un miedo intenso y duradero a diferentes situaciones sociales a las que tiene que exponerse, afectando a todos los niveles (social, laboral, familiar y personal). Son personas que no solo presentan un alto malestar ante situaciones sociales nuevas o en las que tienen que interaccionar con los demás, sino que además sienten mucha ansiedad ante la posible evaluación de los demás hacia él. Se caracterizan por:

  • Miedo a ser el centro de atención de los demás.
  • Miedo a hablar en el grupo de amigos (si han conseguido establecer uno).
  • Pocas habilidades sociales.
  • Poco hábiles en la comunicación con los demás y de expresión de sus propias necesidades.
  • Poca autoestima.
  • Aislamiento social.
  • Miedo a hacer el ridículo.

¿Cuándo aparece?

El miedo a los extraños es un miedo evolutivo que suele estar presente a los 7 meses de vida, y que tiende a reducirse a los dos años de vida, pudiendo mantenerse hasta los 3-5 años. Cuando nos encontramos con un gran miedo a los extraños posteriormente, con una duración mínima de 6 meses, podemos considerar que empieza a haber problemas.

Suele aparecer aproximadamente a los 12-13 años, y se da más en mujeres que en hombres.

¿Con qué podemos asociarlo?

Entre los aspectos con los que podemos asociar este problema nos podemos encontrar:

  1. Tendencia a tener otros problemas de ansiedad (ansiedad por separación, ansiedad generalizada, etc.) o a la mala gestión de la misma.
  2. Personalidades inseguras.
  3. Poca tolerancia a la frustración.
  4. Modelos de crianza en los que se ha dejado poca exploración o modelos temerosos.

¿Qué consecuencias tiene este trastorno?

Entre las posibles consecuencias que tiene este problema, podemos encontrar:

  • Aislamiento social.
  • Depresión.
  • Problemas escolares, laborales…
  • Dependencia emocional (pues se tienden a intensificar las relaciones del entorno más cercano).
  • Pérdida de oportunidades.
  • Dificultad de crear vínculos sociales, externos a la familia.

¿Es diferente en niños y adultos?

Por supuesto que hay diferencias entre estas dos generaciones. Sin embargo, hay otros aspectos que comparten.

Ambos grupos de edad comparten la evitación de las situaciones que requieren cierta interacción social y la anticipación ansiosa de tener que enfrentarse a una situación de este tipo.

En lo que se diferencian principalmente es en la manera o forma de expresar dicho malestar. Los adultos expresan el malestar mediante crisis de angustia frecuentemente, mientras que los niños tienden más a los berrinches o rabietas, al lloro… Además, otra diferencia clave es que los adultos son capaces de reconocer que están ante una situación de miedo excesivo, mientras que los niños nunca serán capaces de reconocer que es excesiva la reacción.

SITUACIONES QUE MÁS MIEDO LES GENERAN

NIÑOS ADULTOS

Situaciones en el colegio.

Hablar en público.

Comer o beber frente a otros.

Vestirse frente a otros.

Usar baños públicos.

Etc.

Situaciones en el trabajo.

Hablar en público.

Buscar pareja.

Usar baños públicos.

Gestiones administrativas cotidianas.

Llamadas de teléfono.

Etc.

¿Y cómo evoluciona?

La evolución de este problema es muy variable, dependiendo de la gravedad del problema, de las diferentes situaciones que generan miedo, etc.

Sin embargo, si atendemos a tres aspectos esenciales, puede evolucionar muy favorablemente. Estos tres aspectos son:

  1. Adquirir habilidades sociales. Que la persona aprenda a relacionarse con los demás, a comunicarse mejor, a expresar sus necesidades…
  2. Aumentar su autoestima. Que puede sentirse más seguro de sí mismo y que aprenda a no tener tan en cuenta las evaluaciones o prejuicios que tienen los demás.
  3. Aprender a controlar el miedo a las diferentes situaciones que generan malestar a la persona.