El pasado lunes, Nieves y yo íbamos expectantes a la masterclass para blogueros que celebraba Food & Wine en el centro comercial Sexta Avenida. Allí, dos maestros de la cocina, Ricardo Sanz cocinero de “Kabuki “y Paco Roncero, todo un dos estrellas Michelín de la “Terraza del Casino” y “Estado Puro”, nos deleitarían con su maestría en la cocina.
Al llegar nos encontramos con blogueras conocidas, como nuestras amigas Carmen de “Rezetas de Carmen”, Mar de “La cocina de Mar”, Sofiaurora de “Mil ideas, mil proyectos” y Niu de “Desde la cocina de Niu”. Saludos, besos y un poco de envidia sana, porque ellas irán a la quedada del sábado, y nosotras nos quedamos con las ganas porque ese día bautizan a mi nieto Julián.
La primera masterclass la imparte Ricardo Sanz, que nos enseñó como cortar unas magnificas piezas de pescado, aunque la maestría que demostraba con los cuchillos, le faltaba en la comunicación. No transmitía. Nos explicó lo importante de las herramientas, y nos indicó que uno de sus cuchillos le había costado 1.500 €. Cortó perfectamente un salmonete, un salmón, un besugo y un atún.
Tengo que decir que probé el sahimi de atún y era una maravilla, pero de la clase sólo nos quedó eso.
Pero la cosa cambió cuando entró en escena Paco Roncero. Primero porque se había traído dos estupendos ayudantes de su taller, Nicolás y Miguel, que hicieron que la clase fluyera más dinámica, ya que iban colaborando en con las preparaciones, y luego porque Paco es un excelente comunicador.
Algunos de los platos vimos como los preparaba “casi” en directo, y otros los vimos a través del material multimedia que también se había traído. Hizo que todos participásemos de una u otra forma, sobre todo probando sus platos, y dejando que la cara de sorpresa formara parte de su “espectáculo”.
Sí, espectáculo, porque eso es la cocina de Paco Roncero amén de otras cosas. Yo sinceramente siempre he sido más de Santi Santamaría que de Adriá. De hecho preparé una vez una receta que llamé “tapa reconstruida” intentando ironizar con ese tipo de cocina, pero al ver actuar a Paco Roncero tengo que decir que he cambiado el chip y me quito el sombrero ante él.
Disfrutamos con cada plato. Nos sorprendió con esos bocados que no son lo que parecen, y comprendí que esta cocina, que él nos dijo que internacionalmente le han puesto el nombre de molecular, pero que él no está de acuerdo, ni yo tampoco, es algo más que fogones. Es magia, espectáculo, trabajo y arte. En fin os pongo los platos que preparó.
Dragón nitro: fruta liofilizada bañada en nitrógeno líquido. Había que comerla de un bocado masticando sin parar y el humo salía por la nariz y la boca.
Fresa helada con parmesano: Cada fresa rellena con helado parmesano, una explosión de sabor en la boca.
Candy de aceite: Preparado con un papel comestible traído de japón, a este no pudimos hacerle fotos y tampoco lo probamos.
Cono de panceta ibérica con tartar templado de ostras: Un sabor distinto. Ligaba el tartar de ostras con tuétano de ternera. Esto último no lo contó hasta el final para evitar aprensiones. A mí me pareció delicioso antes y después, pero es que en casa yo me pegaba por comerme el tuétano con mi hijo, otro fanático del mismo.
Filipino de foie: El contraste del chocolate blanco al romperse en la boca y el foie líquido que te inunda es algo indescriptible, y que de alguna manera u otra yo tengo que volver a probar.
Sashimi de ..... :Genial, genial, genial. Cuando nos puso el video no pude evitar romper a aplaudir. Tenéis que verlo
Risotto de calamar: Pero no risotto con calamar, ya que el calamar troceado hace las veces de arroz. El sabor final a mí me gustó menos.
Liebre burguer: Con este plato nos comentó que normalmente ponía un video un poco "sangriento", jugando con la cabecera de la serie "Dexter" (el asesino en serie para el que no la conozca). Comentaba que la gente después de ver a la pobre liebre correteando en el video y luego el final, aún así cogían la hamburguesa. Yo ahí tengo que decir que no como conejo porque me recuerda a Bugs Bunny. Lo siento, aunque no hubiese visto el video no me hubiese metido la hamburguesa en la boca
Painting fal: Para colofón, este postre formas geométricas de chocolate, en la que cada comensal puede jugar con la decoración del plato, haciendo formas con los cuatro colores con los que presentan el plato. El ingrediente de esas pinturas es una crema inglesa, pero puede ser otra, depende de la inspiración del cocinero ese día.
Desde aquí queremos volver a felicitar a Paco Roncero por su masterclass, y a los organizadores de Food & Wine agradecerles su invitación.
Y para aquellos que os queráis acercar al Sexta Avenida, recordaros que Food & Wine está hasta el 24 de noviembre para complacer a tus sentidos a través de la inmersión en el universo gastronómico, como dicen ellos.
Bon Appétit