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Me encanta descubrir pequeños tesoros en la provincia. Las grandes ciudades tienen miles de oportunidades para enriquecer el alma a través de la cultura; en la provincia, estas oportunidades son siempre inferiores en cantidad, aunque a veces compiten en calidad con aquellas presentes en las urbes. En el polígono industrial de Agoncillo (a las puertas de Logroño), la empresa Würth (que tiene allí su centro logístico para la zona Norte), inauguró en el 2007 uno de los 16 espacios distribuidos en diferentes países europeos dedicado al arte y la cultura. El Museo Würth es un edificio con una arquitectura elegante y transparente y se ubica a lado del almacén de la empresa alemana.
La historia de la humanidad está íntimamente ligada a los bosques, a través de una dualidad de visiones que encierran sensaciones de refugio y de misterio; de vida y de muerte, de libertad e introspección. La propuesta expositiva actual del Museo Würth: La llamada del bosque, árboles y madera en pintura y escultura de la colección Würth (hasta el 28 de Abril del 2019), ofrece un recorrido, hecho de 100 obras entre pinturas y esculturas, para aproximarse a esta doble visión de los bosques y para hacernos reflexionar sobre la importancia de los mismos, tanto como lugares de paz, cuanto como elementos fundamentales para nuestra sobrevivencia.
La imagen de abajo es una interpretación personal de una magnífica obra de Robert Longo (presente en la exposición de Logroño) de un bosque pintado con carboncillo. Al verse, el cuadro parece una fotografía por su realismo visual. La imagen, se trata de una toma fotográfica en la cual, aprovechando los reflejos generados por el cristal del enmarcado, he introducido una figura humana en el bosque de Longo, subrayándola con una luz azulita que contrasta con la niebla que reina en el bosque.