Las cámaras fotográficas analógicas pueden dividirse en tres grandes grupos en función de las dimensiones del negativo que producen: gran formato , formato medio y formato pequeño.
Pero la diferencia, ¿es solo cuestión de tamaño? Habiendo experimentado con todos ellos, me arriesgo a decir que no. Al menos en mi caso, cada uno de ellos me abrió las puertas a un tipo de fotografía distinta.
Gran formato
Si bien hay varios tipos de cámaras de gran formato, en general consisten en una parte frontal y una parte trasera, unidas por un fuelle flexible. Esto permite que, dependiendo del modelo, ambas partes se muevan en forma independiente. De esta manera, no solo se puede determinar el foco en la imagen, sino que brinda también control de la perspectiva y de la orientación del plano de la zona de enfoque. Tienen un tamaño considerable y son bastante pesadas. Solo muy pocas pueden utilizarse sin la ayuda de un trípode.
Utilizan película en placas individuales, que previamente deben cargarse a oscuras en un porta placas. Generalmente se utiliza un cristal despulido en la parte trasera para componer la fotografía, donde la imagen se ve al tamaño real del negativo, pero invertida. Y para tomar una foto, se debe seguir cuidadosamente un ritual que consiste en cerrar el obturador del objetivo, seleccionar velocidad y diafragma, colocar el portaplacas en la cámara, quitar la chapa protectora, realizar el disparo, volver a colocar la chapa protectora y retirar el portaplacas.
Formato medio
Las cámaras de formato medio son bastante más pequeñas, aunque, dependiendo del tipo y modelo, pueden ser todavía demasiado pesadas como para tenerlas colgadas todo el dia sin terminar con dolores de espalda. Producen negativos de 6×4,5 centímetros, 6×6, 6×7, 6×9 o 6×12 cm. También puede haber formatos más extraños, como 4×4 cm.
Formato pequeño
Finalmente, las cámaras de formato pequeño son las más portátiles, pudiendo incluso caber dentro de un bolsillo. Los negativos son de 24×36mm para el caso del formato 135 (35mm) o menores.
Los carretes fueron diseñados para facilitar la carga de la cámara, ya que la película viene enrollada en un chasis metálico en el formato 135, o en cartuchos plásticos, como en los formatos 110 y 126.
¿Entonces era cuestión de tamaño?
Bueno, sí. Pero en mi experiencia, la diferencia principal, más allá de la calidad de imagen que se puede obtener con cada uno de estos tipos de cámaras, es el tiempo que puedo demorar en tomar una foto.
Las cámaras de formato pequeño que utilicé fueron las más sencillas de usar, tanto para cargar el rollito como para setear los parámetros de la toma. Incluso la más moderna de ellas, con sus automatismos y autofoco, me permite concentrar la atención únicamente en la composición de la imagen, dejando a la cámara la responsabilidad de las decisiones técnicas. De esta forma, puedo demorar unos pocos segundos en realizar la toma.
Las cámaras de formato medio exigen un poco más de atención, hay que cargar la película con cuidado, poniendo el eje vacío y el rollo nuevo en los compartimientos correctos, y fijándose que el papel opaco quede del lado correcto. Si bien tengo alguna cámara con algún automatismo, las uso exclusivamente en modo manual, prestando atención a cada detalle técnico. De esta forma, hacer una toma me puede llevar varios minutos, unos pocos o unos muchos.
Ahora bien, la cámara de gran formato requiere muchos preparativos para realizar una foto, más allá de la carga previa de película en el porta placas. Ubicar la cámara en la posición adecuada, ajustar el foco, posicionar las partes delantera y trasera para obtener la perspectiva y plano de foco deseados, volver a ajustar el foco, para luego sí ejecutar el ritual de la toma descripto más arriba. Todo eso, para un novato en estas lides como yo, me puede implicar más de una hora.
Está claro que puede haber excepciones. Muchos saben que puedo demorar mucho tiempo incluso tomando una foto con una cámara de 35mm, o tenemos el ejemplo de David Burnett, tomando fotos en las olimpíadas con una cámara de gran formato, y para estas fotos de acción, seguro que no demora tanto preparando la cámara.
Incluso aunque cargue un rollo 120 en la cámara de 4×5, y haga una foto de 6×9 cm, estaré haciendo fotografía de gran formato. Porque definitivamente no es cuestión de tamaño, sino de tiempo.