La sala de espera, ese lugar en el que el tumulto y la impaciencia se erigen con frecuencia en generadores de anécdotas, de situaciones dignas de compartirse...Sucedía esta semana, cuando desde el despacho me encontraba llamando al siguiente:-. Tomás!?-. No está! - Respondió una voz anónima desde la sala de espera.-. Eva María!?-. Tampoco!... Se fue! - (risitas contenidas)