El sistema inmune de nuestro cuerpo es la primera línea de defensa contra los diferentes tipos de infecciones y trastornos. Es consistió en muchos órganos y numerosos tipos de células y tejidos depende de un número de factores para el correcto funcionamiento.
Fortalecer el sistema inmunológico con el ejercicio y técnicas corporales Acondicionado
Uno de esos factores que aumenta el proceso inmunológico en nuestro cuerpo es el ejercicio. El ejercicio y el cuerpo acondicionado se ha observado que tienen una gran cantidad de beneficios en nuestro cuerpo. Aparte de aumentar la fuerza y la flexibilidad de nuestros ejercicios de cuerpo tienen un efecto protector en muchos órganos y tejidos. La mejora de la circulación de la sangre después de ejercicios regulares conduce a una serie de beneficios. Suministro adecuado de oxígeno mejora el funcionamiento de un número de órganos, incluyendo los implicados en la producción de células inmunes. La acumulación de exceso de calorías en forma de grasa se reduce a través de la actividad física regular y el ejercicio. Esto a su vez impide la aparición de la obesidad y la larga lista de trastornos asociados.
La mejora del abastecimiento de oxígeno
Uno de los mecanismos por los que se dice la función del sistema inmune a ser impulsado es mejor abastecimiento de oxígeno. Las glándulas implicadas en la producción de células inmunes trabajar más eficientemente. Esto resulta en un aumento en el número de células inmunes maduras que son capaces de atacar los microorganismos dañinos y matar fácilmente. Beneficios similares se observaron con otras técnicas de acondicionamiento físico, tales como terapias de relajación, terapias alternativas como el yoga, Tai Chi y varios otros. Estas terapias alternativas también ayudan en la limpieza de las toxinas recogidos por todo el cuerpo. De ese modo la carga en el sistema inmune se reduce considerablemente. Algunas de las técnicas de relajación y meditación se centran en la mejora de las técnicas de respiración. Las personas que practican estas técnicas se les enseña acerca de los métodos de respiración adecuada y maneras de controlar la respiración. Después de estos métodos para una cantidad de tiempo considerable mejora la técnica de respiración que asegura el suministro de oxígeno adecuado a los pulmones. Esto se traduce en el suministro enriquecido de oxígeno en el transporte de oxígeno proteínas de las células de la sangre y por lo tanto mejora la cantidad de oxígeno transportado por las células de la sangre.
Mejora de la función de los neutrófilos, redujo el daño del ADN y la mejor función de los linfocitos
Mejora de la función de los neutrófilos
Los neutrófilos pertenecen al grupo de células conocidas como fagocitos, que engullen y destruyen los residuos de sustancias nocivas en el cuerpo. Llevar una vida sedentaria tiene un efecto negativo sobre el sistema inmune en el que la actividad de las células inmunes se reduce. Esto se puede atribuir al flujo sanguíneo lento. Un estudio realizado en España informó de que la introducción de ejercicio en mujeres sedentarias resultó en un aumento de la actividad inmune. El estudio tomó nota de las acciones de los neutrófilos se incrementaron de manera significativa después de la iniciación del tratamiento con ejercicios. Se mejoró la capacidad de los neutrófilos para fagocitar y matar microorganismos dañinos, y se encontró la liberación de ciertas sustancias químicas que las señales también se incrementó la acumulación de células inmunes.
Reducción del Daño del ADN
Un estudio realizado en Malasia confirmó los beneficios del Tai Chi en el sistema inmunológico. Los investigadores señalaron que con la práctica prolongada de Tai Chi resultó en mejoras del sistema inmune. Las personas mayores son más propensos a las infecciones debido a la razón por la que el sistema inmune tiende a disminuir a medida que la edad avanza. Los investigadores del estudio señaló que las personas mayores que habían estado realizando Tai Chi durante un período largo de tiempo tenían células inmunes mejor, en comparación con otros adultos. Las células inmunes tenían una mayor concentración de ADN normal con menos concentración de ADN dañadas. El estudio también reveló que los ejercicios regulares ayudan en la eliminación de los linfocitos viejos y reemplazarlos con nuevos linfocitos. 3
Mejor función de los linfocitos
Los linfocitos constituyen una parte importante del sistema inmune y son esenciales para la identificación y la destrucción de microorganismos dañinos. La eficacia de los linfocitos y células asociadas se redujo notablemente como la edad avanza. Realizar ejercicio regular se observó para mejorar el funcionamiento de los linfocitos T y células auxiliares en un estudio realizado en Japón. La regulación apropiada del sistema inmune puede prevenir el riesgo de desarrollar infecciones y reducir la gravedad de una enfermedad.
La mejora de las células asesinas naturales y la liberación de hormona
La mejora de las células asesinas naturales
Las células asesinas naturales o células NK buscan y destruyen los microorganismos dañinos que han sido marcados por los anticuerpos. El ejercicio también mejora el funcionamiento de estas células asesinas que a su vez se traduce en mejoras más rápidas de infecciones.
La mejora de la liberación de hormona
El estrés se ha relacionado con la liberación de hormonas como el cortisol y las catecolaminas. Estas hormonas se conocen para suprimir el funcionamiento del sistema inmune. Los niveles de estas hormonas también son altos en las personas que llevan una vida sedentaria. El efecto resultante es mayor vulnerabilidad a las infecciones. El ejercicio regular puede revertir este efecto al reducir significativamente los niveles de catecolaminas. Además también resulta en el aumento de la formación y liberación de hormonas como el estradiol beneficiarios (en las mujeres), que tienen un efecto potenciador sobre el sistema inmunológico.
Los beneficios del ejercicio y acondicionamiento físico son ampliamente investigados temas en el campo de la medicina. El efecto positivo del ejercicio sobre el sistema inmune se está convirtiendo en un fenómeno aceptado. Los estudios realizados por varios investigadores han arrojado luz sobre el mecanismo por el cual el ejercicio mejora la función inmune. En la actualidad se ha demostrado que el ejercicio no sólo ayuda en la reducción de los músculos de peso o de construcción, sino que también ayuda a mejorar la función del sistema inmune. Sin embargo, hay que señalar que el ejercicio a muy altas intensidades puede tener un efecto supresor en lugar de mejorar efecto sobre el sistema inmune. La Asociación y el Colegio de Medicina Deportiva del Corazón recomienda 30 minutos de actividad de intensidad moderada por un mínimo de cinco días por semana en el caso de los adultos entre las edades de 18 a 65 años. Los adultos mayores de 65 años pueden requerir ejercicios de menor intensidad . Asimismo, recuerda consultar con un profesional de la salud antes de iniciar los ejercicios, especialmente si usted: nunca ha hecho ejercicio antes, sufren de algún desorden / condiciones subyacentes, están tomando algún medicamento o si tiene otras condiciones que pueden verse afectados de manera adversa.
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