Suelen ir en pequeñas bandadas de una decena de individuos. En ocasiones bastantes menos. Las fotos que hoy quiero compartir con vosotros fueron tomadas en la costa de la Playa de Cullera a los pies del faro que lleva el mismo nombre.
Hay que recordar que Cullera y sus playas todavía quedan situadas dentro del Parque Natural de La Albufera de Valencia, rico en multitud de aves.En este caso acercarse a ellos es bastante difícil porque hay pocos escondites en la playa y caminar hacia ellos es percibido como una auténtica señal de amenaza, así que no queda otra que armarse de paciencia y de pericia para arrastrarse por la arena y sacar las fotos con un punto de vista acorde al tamaño de este simpático pájaro. Sin más os dejo con las tomas, que me hicieron padecer unos cuantos días de dolor de cuello y de espalda por forzar posturas, pero como dice el dicho, sarna con gusto no pica. Espero que las disfrutéis tanto como yo tomándolas.