Uno de los ámbitos fotográficos que más predomina durante los meses de primavera e inicios de verano es la macrofotografía de insectos. Pasear por el campo e ir descubriendo nuevas especies y sacando fotos con buena composición, luz, etc. es uno de los objetivos de estos meses.
En una de nuestras últimas salidas nos encontramos con un insecto que ni yo ni mi amigo habíamos visto jamás, quizás la tranquilidad del confinamiento haya ayudado a su aparición, ya que se trata de una especie poco común.
El vuelo y envergadura de las alas es similar al de una mariposa, sin embargo cuando lo vemos de cerca dista mucho de éstas, porque las alas recuerdan a las de una libélula o una mosca. Las alas son traslúcidas en ciertas zonas y carecen de escamas.
A diferencia de las mariposas, que liban néctar, se alimentan de pequeños insectos voladores. El dimorfismo sexual viene marcado porque el macho tiene una larga pinza abdominal para sujetar a la hembra durante las cópulas.
Sin más os dejo con un par de fotos de la especie en cuestión, una con las alas desplegadas y otra con las alas cerradas. Atentos por si la veis por el campo, porque parece ser poco común, o al menos lo era...