Fototerapia, dosis de luz para sentirse mejor

Por Mundotlp @MundoTLP

La fototerapia se emplea como parte del tratamiento del trastorno bipolar en algunos casos. Descubre sus beneficios e indicaciones aquí.

Es algo que ya hemos hablado: la mayoría de las personas con trastorno bipolar responden a un patrón estacional. ¿Que qué significa esto? Pues básicamente que la luz les ocasiona cambios emocionales significativos, provocándoles por lo general, depresiones en invierno e hipomanías o manías en primavera y verano. ¿Es éste tu caso? ¿Has notado que te afectan los cambios estacionales? Si es así, deberías saber que para personas como tú existe un tratamiento de primera línea que lleva años dando muy buenos resultados: la fototerapia.¿En qué consiste exactamente?La técnica se realiza con una lámpara especial de luz blanca hipertensa que debe utilizarse a diario, aproximadamente durante media hora y preferentemente por la mañana y, ¡ojo!, solo durante el invierno.Aunque en la actualidad es posible hacerse fácilmente con una de estas lámparas, lo cierto es que se trata de una técnica que debe ser supervisada por un psiquiatra especialista en trastorno bipolar. En la mayoría de los casos además debe complementarse con la administración de estabilizadores del ánimo para evitar que se desencadenen episodios de manía.¿Cómo funciona?El nivel de luminosidad del sol varía, ¡vaya descubrimiento! Lo que no es tan seguro que sepas es que, mientras en verano la luminosidad es de 150.000 lux (la unidad con la que se mide la intensidad luminosa), en invierno apenas llega a los 500 lux. Por lo que se cree, las personas con trastorno bipolar pueden experimentar cambios de humor por debajo de los 2.000 lux. Es por eso que la fototerapia utiliza lámparas fluorescentes con una luminosidad que oscila entre los 2.500 y los 10.000 lux.El objetivo de esta técnica es, para que nos entendamos, “convencer” al organismo de que es de día, algo que haría disminuir la producción de melatonina y estimularía a su vez la producción de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina. Digamos que la fototerapia ejerce un efecto antidepresivo al normalizar la actividad serotoninérgica del sistema nervioso central.Si te estás preguntando si realmente existen evidencias de que esta terapia funcione, ya te adelantamos que sí: en un estudio con pacientes a los que se administraba fototerapia y placebo, se comprobó que la fototerapia tenía un efecto antidepresivo mucho mayor que el placebo, que tardaba unas tres semanas en aparecer y además conseguía una mayor tasa de remisiones, vamos, que la gente se volvía a encontrar mal enseguida.¿Tiene algún efecto secundario?Como casi todo en esta vida, sí. Puede presentar efectos secundarios. Sobre todo si se abusa del tiempo de exposición. En este caso podrían producirse dolores de cabeza, fatiga, irritabilidad, hiperactividad, náuseas o vómitos.No hay que preocuparse en exceso por esto: son síntomas que muy raramente se experimentan, y cuando se presentan, se pasan en unos días. Además, si el tratamiento se hace bajo supervisión de un psiquiatra, no tiene por qué ocasionar ningún problema.¿Para qué personas está indicada?Si hay una persona que conoce bien tu enfermedad –aparte de ti mismo, claro está-, es tu psiquiatra. Por eso, él es la persona más indicada para decidir si la fototerapia podría funcionar en tu caso. Hay personas que obtienen mejores resultados que otras, así que lo mejor es que lo hables abiertamente con él y juntos toméis una decisión.Por otra parte, se ha comprobado que la fototerapia da buenísimos resultados en personas con tendencia suicida poco grave o con contraindicación de antidepresivos, así que si crees que encajas con alguno de estos perfiles, quizás sea una buena idea probarla. Lo recomendable a la hora de empezar con este tratamiento es probar con lámparas de poquita intensidad para después irla incrementando poco a poco. Y lo mismo con el tiempo de exposición.Y, por supuesto, nuestra mayor recomendación es que disfrutes de la luz natural, que ahora la tenemos a raudales y siempre sienta de maravilla. Un paseíto cada día en contacto con la naturaleza a ser posible es uno de los mejores regalos que te puedes hacer a ti mismo.
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