Se trata de una fractura en la que se debe tener un alto índice de sospecha, ya que al localizarse arriba, muchas veces en la radiografía del tobillo no aparece y podemos, si no nos damos cuenta, confundirla con un simple esguince si la separación no es muy evidente.
Aquí os muestro las radiografías de un paciente que traté, antes y después de la cirugía.
Se aprecia una separación evidente entre tibia y peroné (círculo rojo).
Tras la cirugía se cierra el espacio (círculo rojo). La fractura en sí no es necesario tratarla.