<<Bebo champán cuando estoy alegre y cuando estoy triste. A veces lo bebo cuando estoy sola, y si estoy acompañada nunca falta. Si no tengo hambre, el champán me abre el apetito, y si tengo hambre lo saboreo. Por lo demás no lo pruebo, a no ser que tenga sed>>.
Madame Lily Bollinger Bonmont.