Y como una es una fashion-victim creyente y practicante pues ¡allá que fui a por uno!
El color como podéis ver es espectacular y el tejido ni os cuento. Es ¡una pieza de época! no me extrañaría que fuera de las primeras colecciones. Me estoy viendo con él y unos pantalones vaqueros acampanados en la final del Roland Garros del próximo año, con mi Panama por si hace solito francés por la pista central.
Menos mal que el diseñador Ion Fiz no se me adelantó, que tengo entendido que le gusta la trastienda de esta tienda de telas tanto como a mí. Gracias Helen por llevarme hasta Rosita y gracias Rosita por llevarme hasta este nuevo templo de la moda vintage.
¡Ah que se me olvidaba! ¡8 euros que me costó!