La prensa de estos días recoge el caso de Poppy Rae, esta niña británica con una mancha de nacimiento, con forma de corazón, en la mitad de su frente.
La niña, según manifiestan sus padres, Jade Sparham y Liam Scaife, habría sido concebida el día de San Valentín.
A pesar de situarse el antojo en lugar tan visible, los padres están felices por considerar que es un detalle que la hace única. Por suerte para la niña, es bastante probable que se reduzca o desaparezca en los próximos meses...
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