El estudio consistió en realizar un seguimiento durante cinco años, teniendo en cuenta otros factores como el realizar ejercicio físico de forma habitual, el nivel de educación o la cantidad de caloría ingeridas, los investigadores pudieron observar que aquellos que comían más frutas y verduras no necesariamente adelgazan o engordaban menos.
Esto no quiere decir que podamos dejar de comer frutas y verduras, de hecho no debemos hacerlo puesto que contienen importantes nutrientes que ayudan a prevenir múltiples enfermedades. Más bien se trata de entender que el limitar o primar la ingesta de este tipo de alimentos en nuestra dieta no nos garantiza que no vayamos a ganar peso, ni tampoco que vayamos a adelgazar.
Hasta ahora el modificar la dieta de las personas con sobrepeso u obesas incrementando el consumo de frutas y verduras había mostrado resultados positivos, sin embargo en los últimos tiempos se está observando que se obtienen mejores resultados si cambiamos en general el estilo de vida y apostamos por uno más saludable, es decir, una estrategia global en lugar de una simple dieta.
Consultar los datos del estudio.
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