Reservar cada una por separado.
En un bols colocar 100 gr de harina tamizada, añadir los dos yemas, un huevo entero y la pizca de sal.
Añadir 100 ml de leche entera a temperatura ambiente y batir con la batidora hasta quitar los grumos de harina y formar una pasta lisa.
En otro bosl, batir las claras a punto nieve con 40 gr de azúcar y añadirlas suavemente revolviendo con una espátula a la masa anterior.
Poner en una sartén honda al fuego y le añadir abundante aceite de girasol.
Ir bañando 500 gr de frutillas maduras (pinchadas en un pincho de brochette larga) en la masa.
Freírlas en el aceite caliente a fuego medio hasta que estén doradas.
Dejarlas escurrir en un plato con papel de cocina y rebozarlas aún calientes en azúcar.
Servir.