Investigadores de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, aseguran que fumar podría incrementar la probabilidad de sufrir esclerosis múltiple en aquellas personas que también tienen otros factores de riesgo de desorden neurológico, según los resultados de una investigación que aparecen publicados en la edición digital de la revista 'Neurology'.
En concreto, los resultados de este hallazgo sugieren que los fumadores con altos niveles de una proteína que protege contra un virus común del herpes, llamado Epstein-Barr, eran el doble de propensos que los no fumadores a desarrollar esta enfermedad neurodegenerativa.
Anteriormente, estudios previos habían indicado esta relación entre el tabaco y la presencia de esta proteína eran factores de riesgo independientes aunque, en esta ocasión, han detectado que "la asociación era más fuerte en las personas que fumaban, en comparación con las que no", sostuvo Claire Simon, autora del estudio.
El equipo de Simon analizó a 442 personas que padecían la enfermedad y a otras 865 totalmente sanos, todos ellos participantes del Nurses Health Study en Estados Unidos y de los MS Study de Tasmania y Suecia.
En todos ellos, trataron de comprobar si había alguno de los potenciales factores de riesgo y diferenciaron si había antecedentes de tabaquismo, comprobando la relación entre la enfermedad, el hábito de fumar y una respuesta inmune al virus Epstein-Barr hasta en tres regiones geográficas diferentes.
Por contra, los investigadores no hallaron relación alguna entre el hábito de fumar y un gen relacionado con el sistema inmune llamado HLA-DR15, que se creía que puede ser otro factor de riesgo de la esclerosis múltiple. Según explicó Simon, estudiar los factores de riesgo potenciales simultáneamente podría ofrecer claves acerca de cómo ciertas personas contraen la enfermedad y otras no, explicó.
La esclerosis múltiple es una condición incurable que afecta a más de un millón de personas en todo el mundo, y que puede causar síntomas leves en algunas personas y discapacidad permanente en otras, como el entumecimiento o debilidad en uno o más miembros, pérdida total o parcial de la visión, cosquilleo, dolor y temblores, entre otros