Una de las grandezas de Stanley Kubrick al rodar 2001: Una odisea en el espacio fue la de crear una obra atemporal, algo dificilísimo en cuanto a ciencia ficción se refiere. Imaginar el futuro es en cierto sentido un intento de mejorar el presente, una reflexión de cómo y dónde podemos ir a parar si seguimos por el camino que hasta ahora hemos llevado. Futur Variable en el Bòlit de Girona, comisariada por Rosa Pera, es una exposición que invita a especular sobre un futuro más inmediato que lejano, a través de la obra de cuatro artistas que desde posturas y lenguajes muy distintos entre sí nos insinúan aspectos de ese futuro que no deberíamos pasar por alto.
Àlex Nogué, Codi de subsistència, 2010. Foto: Camilayelarte
Àlex Nogué, Codi de subsistència, 2010. Foto: Camilayelarte
Desde la filosofía y la poética más cercana a la tradición artística del siglo XX, Àlex Nogué construye una fantástica instalación, Codi de Subsistència (2010) que yuxtapone la fisicidad del dibujo de un tilo con su reflejo en varios plafones de agua, en un ejercicio de contraposición entre lo real, el árbol y su reflejo frágil y variable, Nogué apela a una lectura existencial de la naturaleza y el devenir tecnológico.
Alexandra Daisy Ginsberg y Sascha Pohflepp, Vista de la instalación Growth Asssembly, 2009. Foto: Ha Yeon Yoo
Alexandra Daisy Ginsberg& Sascha Pohflepp, Herbicide Gourd, 2009. Foto: www.daisyginsberg.com
Mucho más cercana a la ciencia y no tanto a la ficción a pesar de lo que pueda parecer es la propuesta de Alexandra Daisy Ginsberg y Sascha Pohflepp. Growth Assembly (2009) plantea una propuesta de producción tecnológica basada en el funcionamiento de las plantas. Un video y unos geniales dibujos inspirados en los diseños botánicos del siglo XVIII nos muestran como a través de la biotecnología unas plantas-robots pueden pasar a convertirse en máquinas de producción industrial solucionando los problemas de sostenibilidad.
Félix Luque, Chapter I: The Discovery, 2009. Foto: Bòlit
Félix Luque, Chapter I: The Discovery, 2009. Foto: Camilayelarte desde Youtube
Y volviendo a Kubrick, la exposición nos proporciona la posibilidad de interactuar con un auténtico Hal de nuestros tiempos. Félix Luque y su Chapter I: The Discovery (2009) juegan con el público mostrando la doble existencia, digital y física, de un hibridación entre el ya nombrado Hal y el monolito de 2001 transformado para la ocasión en un dodecaedro.
Visitar Futur Variable es un poco como ir a parar a la habitación del final de 2001, un lugar sin conclusiones certeras pero sí con suficientes elementos como para jugar con la invención de lo futuro.
Futur Variable hasta el 18 de septiembre en El Bòlit, Girona.