Palomo fue profesor mío en la Universidad y hacía mucho que no hablábamos, desde entonces. Me resultó grato que se acordara perfectamente de mí y que me manifestara su aprecio de nuevo. Graciano es uno de los especialistas en analizar a la derecha española no obstante este es su sexto libro sobre el tema. He leído su trabajo y le he hecho algunas preguntas.
-¿Cómo defines personalmente a Mariano Rajoy, cómo es y qué detalles que tú conoces no suelen trascender a los medios y merece la pena comentarlos?
-El nuevo presidente es persona tímida, moderada en casi todo, que tiene una idea global de la vida -“no estoy aquí para volverme loco”-, serio en lo que habla y a la que interesan más los hechos que las palabras. Le cuesta decidirse como persona dubitativa que es, pero cuando toma una decisión la lleva a cabo hasta el final como se ha visto después de la derrota del año 2008. La gente no suele saber que tiene a gala ser “independiente” de los poderes fácticos, esto es, la banca, los grandes empresarios y los medios de comunicación.
-En tu libro dedicas bastantes página a las tramas corruptas del PP. ¿Ha hecho la limpieza suficiente Rajoy y cómo afectará esto a su política?
-Al final sí pero le ha costado, como en el tema de Bárcenas o Camps. Yo le tengo como persona honesta -tengo bastantes datos que así lo corroboran- porque si hubiera querido ganar dinero no estaba en política teniendo en cuenta su condición de registrador. Yo creo que si se entera que alguien de su alrededor mete la mata sencillamente se la corta. Ya lo hizo cuando era ministro y con amigos personales de Galicia.
-¿Cómo se lleva Rajoy con los mercados, continuará el proceso de “dictadura de los mercados” bajo su responsabilidad? ¿Ocurrirá con España como ha ocurrido en Grecia e Italia donde gobiernan, sin ser elegidos por la ciudadanía, los representantes del capitalismo financiero?
-¿Es Rajoy un tapado de Aznar y de personas como Rodrigo Rato, que representan a “los mercados”?
-Para nada. Rajoy fue rehén de Aznar durante los primeros años de oposición (2004-2008) pero a partir del Congreso de Valencia tiene su propio paso. Aznar dejará de ser la principal referencia histórica de la derecha en España; es más, ya ha dejado de serlo. Y en relación con Rato en absoluto. Uno es presidente de una caja de ahorros y el otro el presidente del gobierno. Punto. Las tornas se han invertido en cuanto al poder de forma clara y contundente.
-Después de tantos años analizando la política de nuestro país ¿qué salida ves a la crisis de la democracia? ¿hacia dónde vamos y cómo puede recuperarse la soberanía popular?
-No es nada fácil. Hay que hacer reformas políticas muy serias, profundas. La actual clase política no acometerá esas reformas porque sería tirarse tejas contra sus propios intereses. Pero desde luego hace falta reformar la Ley Electoral -listas abiertas, que cambiará todo el mapa-, dejar la corrupción a 0, y sobre todo, que los mejores de la sociedad, las personas más inteligentes, capaces, libres, honradas se pongan al frente de la cosa pública. Eso no ocurre en estos momentos.
Sería una revolución pacífica y cívica. Pero si la clase política ahora instalada no hace reformas el pueblo terminará por llevárselos a todos por delante. Es decir, o cambian o los cambiamos.