Con una sonrisa estampada en su rostro, feliz por haber alcanzado su objetivo y por tomar la decisión que creía adecuada, posó junto a su mujer, levantó su primer y último título de F1 y, sobre todo, Rosberg habló con el corazón: "Este año fue muy duro porque lo di absolutamente todo. Empujé como loco en todas las direcciones. He logrado este sueño de mi infancia ahora y no estoy dispuesto a seguir con este tipo de compromiso. He decidido seguir a mi corazón y mi corazón me ha dicho que me detenga y haga otras cosas. Ha sido maravilloso".
Nico fue el auténtico protagonista de la noche en la capital austriaca, pero no el único. Además de Hamilton y Ricciardo, que recibieron sus trofeos como subcampeón y tercero del Mundial, otro piloto de F1 destacó por encima de los demás: Verstappen. El holandés fue doblemente premiado. Primero, con la mejor 'Acción del año' por el adelantamiento que hizo al propio Rosberg durante la exhibición que dio bajo la lluvia en el GP de Brasil, y después con el premio a la 'Personalidad del Año' que eligen los medios que siguen el Mundial.
Así, Max, que fue elegido ocho veces 'Piloto del Día' durante el año (más que nadie), repitió honores en las dos categorías, ya que sus adelantamientos han sido los mejores tres años seguidos y su debut le hizo ser también el más destacado de 2015. De igual forma, recibieron sus trofeos como campeones Sebastien Ogier (WRC), el trío de Porsche Neel Jani, Romain Dumas y Marc Lieb (WEC), ‘Pechito López’ (WTCC), Mattias Ekstrom (WRX) y Sebastien Buemi (Fórmula E), pero ninguno brilló tanto como el alemán que se despide a lo grande.
IMAGENES DE LA GALA 2016 DE LA FIA.