El sábado por la mañana fue recogido por los laceros. Alguien lo vio así, atropellado, y en vez de llamar a un veterinario o a una protectora, llaman a la perrera. El lacero va a por él y lo mete en un maldito chenil del que no se ha podido mover en 2 días.
Anko, q asi lo hemos llamado, tiene fractura de fémur, de cadera, y una enorme raja desde los genitales hasta los testículos.
Está ingresado en la clínica veterinaria DOVETContacto : sosperrerabadajoz@gmail.com