Son unas galletas con dos sabores, chocolate y vainilla con un ligero toque de jengibre que le aporta un punto picante y aromático.
Siempre he dicho que me gusta hacer galletas, pues cunden un montón y son muy sencillas de hacer. Así que todavía estás a tiempo de prepararlas para consumirlas mañana tanto al desayuno como la merienda, estas galletas están de vicio.
Ingredientes:
-250 g. de harina simple
-1 cucharita de levadura en polvo
-1/4 de cucharita de sal fina
-1/4 de cucharita de jengibre
-80 g. de azúcar moreno
-1/2 cucharita de ralladura de limón
-1 huevo
-1 cucharada de leche entera o semidesnatada
-1 cucharita de escencia de vainilla
-100 g. de mantequilla a temperatura ambiente
-2 cucharitas de cacao en polvo
-1 cucharada de brandy
-azúcar glas para decorar
Ingredientes:
Forramos dos bandejas de horno con papel vegetal o papel de horno.
Juntamos la harina con la sal, la levadura y el jengibre. La pasamos por un cedazo para tamizarla y la ponemos en un cuenco. Ahora añadiremos el azúcar, la ralladura del limón, el huevo ligeramente batido, la leche, la vainilla y la mantequilla cortada en dados. Mezclamos hasta conseguir una masa blanda y algo pegajosa. Enharinamos una superficie para trabajar la masa y tiramos la masa para trabajarla hasta que no se nos pegue a las manos. Una vez tenemos la masa preparada, formamos una bola y la cubrimos con papel film. La dejamos en el frigorífico durante 20 minutos.
Precalentamos el horno a 180º.
Sacamos la masa de la nevera y la dividimos en dos. Cogemos uno de los trozos para trabajarlo sobre una superficie enharinada y la otra la dejamos enrollada en el papel. A la masa que vamos a trabajar le pasamos un rodillo y vamos estirándola hasta que consigamos una masa de 3mm de grosor más o menos. Con un cortapasta en forma de corazón cortamos corazones, la misma cantidad grandes que de pequeños. A la otra masa que teníamos reservada, le añadimos el cacao y el brandy, amasamos bien para que nos quede una masa de sabor chocolate y procedemos de igual manera que la anterior: Estiramos la masa y cortamos tantos corazones grandes, como pequeños.
Cuando ya tengamos todos los corazones grandes y pequeños cortados, vamos cogiendo un corazón grande de vainilla y otro de chocolate pequeño que pondremos encima y así susesivamente con los otros, cambiando los colores.
Las vamos colocando en las bandejas de horno que teníamos preparadas y llevamos al horno durante 13 minutos. Sacamos y dejamos enfriar sobre una rejilla. No debemos olvidar que las galletas saldrán algo blandas del horno pero a medida que se van enfriando se van endureciendo. Una vez tengamos las galletas frías las espolvoreamos ligeramente con el azúcar glas.