Vamos que no solía decir “es que es más feo que Picio”…pero sí que con ésta extrañísima frase, bien que definía en gran medida que no era una belleza de su agrado a quien se le echaba “flores” en cuanto a apariencia física.
Y es que sobre gustos: Vino un barco lleno de colores….
Bien es cierto que no se puede definir a una persona por su belleza exterior, o por lo menos por aquello que nuestros ojos alcanzan mirar…no todo lo bello es bonito, ni todo lo bonito es bello.
Pues eso es lo que ocurre con la receta de hoy….no han quedado perfectas, no son bonitas en cuanto a apariencia, pero los puedo asegurar que están sencillamente deliciosas, riquísimas.
En ésta ocasión no se pueden comer con los ojos, sino con el paladar…..
¿Cómo prepararlas?
Ingredientes para quince galletas:
110 gramos de mantequilla, 70 gramos de azúcar glas (azúcar extrafina), una yema de huevo, una cucharada pequeña de extracto de vainilla, 140 gramos de harina, un platano (no muy maduro y a ser posible de Canarias), una pizca de sal.
Los pasos a seguir:
Cortar el plátano en trozos muy pequeñitos mientras se precalienta el horno a 190º C.
Poner la mantequilla (que esté blanda) y el azúcar en un cuenco mezclándola hasta que quede homogénea.
Incorporar la yema de huevo sin dejar de batir y la vainilla.
Tamizar la harina y la sal, remover todo el conjunto. Agregando seguidamente el plátano, removiendo bien la masa, sin que queden grumos.
Forrar la bandeja del horno con papel de hornear.
Con una cuchara, tomar una porción de la mezcla y formar una bola, colocarla en la bandeja del horno; así sucesivamente con toda la masa, dejando una cierta distancia entre ellas y aplastándolas un poco.
Hornear las galletas unos diez minutos (o hasta que estén doradas, dependerá del horno).
Sacarlas del horno y dejarlas que se enfríen en la misma bandeja unos cinco minutos.
Con una espátula retirarlas de la bandeja y colocarlas en una rejilla hasta que estén completamente frías.
Ideal para merienda, desayuno…. Deliciosas, aunque no sean físicamente muy bonitas…..