Lo prometido es deuda Abril, soy mujer de palabra y sobre todo perseverante y ansiosa cuando se me mete algo en la cabeza así que, aquí vengo con mi gallina.
Tal y como te comenté en tu receta de "gallina en pepitoria" mi padre se cree el rey de este plato, si entonces te dije que lo era, porque la gallina le sale genial, es su plato estrella en nuestras Navidades, ahora me retracto y digo "se cree", porque aún no ha probado la mía, ahora la reina soy yo, que desde que la hice como tú es la mejor gallina que he comido nunca y te aseguro que las Navidades próximas le voy a coger el relevo... aunque no se... pobre, no le voy a quitar la ilusión, pero estoy segura de que diría -"pues no es para tanto, la mía está mejor" jejeje...él no necesita abuela!
Nunca había hecho este plato puesto que no suelo comprar gallina excepto para añadirle un cuarto alguna vez al cocido, pero sólo cuando me acuerdo, ahora me queda probarlo con pollo de corral tal y como lo hace Samantha y no te creas que tardaré mucho porque en casa ha gustado tanto que ya va a dejar de ser un plato exclusivo de Navidad.
Ingredientes para 4 personas:
- 3 rebanadas de pan (barra)
- 50 gr. de almendras enteras crudas
- 2 huevos
- 1 cebolla
- 3 dientes de ajo
- 150 ml. de vino blanco
- 1 l. de caldo de pollo
- Azafrán en hebra
- Romero y tomillo
- AOVE, sal y pimienta
- Harina para rebozar
Preparación:
Este plato lo podemos preparar en tres fases, no os asustéis, son tres fases pero son rápidas y muy fáciles.
Preparamos lo primero la fritada de almendras:
En una cazuela amplia freímos en un chorro de aceite las almendras, los ajos con piel aplastados y el pan hasta dorar. Retiramos, añadimos unas hebras de azafrán y lo picamos, debe quedar medianamente grueso.
Reservamos.
Ponemos a cocer los huevos, hasta que se pongan duros, los pelamos y separamos la clara de la yema. La yema la aplastamos y la clara la picamos. Reservamos todo en la nevera.
Una vez que tenemos todos estos preparativos listos procedemos a hacer la gallina propiamente dicha.
Salpimentamos la carne, la pasamos levemente por harina y la doramos en aceite.
Retiramos la carne, añadimos un chorrito mas de aceite si fuera necesario y pochamos la cebolla picada a fuego medio. Añadimos las hierbas y rehogamos un minuto.
Regamos con el vino y dejamos cocer dos minutos hasta que se evapore el alcohol. Subimos el fuego, incorporamos la gallina, mezclamos y dejamos cocer unos 5 minutos, removiendo de vez en cuando.
Añadimos el caldo de pollo, la picada de almendras, rectificamos de sal si fuera necesario y dejamos cocer a fuego suave, tapado, al menos 3 horas (Abril aquí dice 1 h. y media, ese tiempo fue poco para mi, necesité el doble). La carne debe quedar muy tierna y el caldo reducido a la mitad.
Pasado ese tiempo añadimos la pasta de yema, removemos y batimos dos o tres cazos de caldo que volveremos a verter en la cazuela para aportar el último toque de textura mas cremosa.
La clara picada servirá como decoración al servir el plato a gusto del comensal.
Servimos bien caliente y con abundante caldo.