Hace unos días cambié el suelo del baño, y pasó algo curioso. A pesar de que elegí un color bastante similar al anterior, de pronto ya no me pegaba el color de las paredes. Pensé en volver a pintar y decidí que las quería grises. Se lo comenté a mi chico y dijo: ¿gris? ese color es muy triste. Y con el fin de demostrarle que no, nació este post. Y para que no sea yo quien le intente convencer, he recurrido a una experta. Begoña, de Mandarina Showroom, que nos ha preparado esta exahustiva entrada sobre el color gris. Gracias, Begoña. Ya estoy deseando tu siguiente colaboración. Les dejo con ella: El color de las paredes es un elemento fundamental en la decoración de una casa. De él dependerá, en parte, la creación de determinados ambientes, ya sean fríos o cálidos, armoniosos o inquietos, e incluso la percepción del espacio, es decir, según los colores utilizados tendremos la sensación de mayor o menor amplitud. Por ello, es importante conocer las características que transmiten los colores. El color gris, un básico que no puede faltar.
Si hablamos de gris, hacemos referencia al color neutro de moda, el nuevo blanco, un color base perfectamente combinable con diferentes colores y materiales, cuyo resultado siempre será sobrio y elegante. Se encarga de reafirmar los colores cálidos y acentuar los más fríos. Gracias a su versatilidad, nos permite crear espacios atrevidos o uniformes. Coordina muy bien con otros tonos neutros, como son los blancos y naturales, creando discretos contrastes que guardarán la uniformidad cromática. Dentro de la gama de los grises, la mezcla resultante de distintas intensidades será un éxito, jugando con las variedades más claras y oscuras de la paleta, crearemos espacios con fuerza que, a su vez, transmitan serenidad.
Permite experimentar con todo tipo de colores, tanto en paredes como en complementos, desde las tonalidades pastel a las más atrevidas y llamativas. Al unirse en una misma estancia con rosas, verdes, amarillos, azules, o naranjas el resultado es espectacular. Por si mismo, tiene la capacidad de armonizar el conjunto, consiguiendo el equilibrio entre colores dispares.
Consigue resaltar las líneas y formas de los elementos que lo rodean, por decirlo de alguna manera, los enmarca, crea ambientes con carácter y personalidad. Todo ello, debe ir acompañado de una correcta iluminación que potencie los efectos de nuestro color.
Es aconsejable para todo tipo de estilos decorativos, desde los más clásicos y tradicionales, a los más modernos y vanguardistas, nunca pasa de moda. Según la tonalidad que utilicemos conseguiremos espacios más serios o frescos, según el ambiente que pensemos crear y de la zona de la casa que se trate.
Es un color que, además de por la estética que plasma, transmite ciertas sensaciones en los espacios donde se utiliza. Favorece la concentración y evita las distracciones innecesarias, por lo que se recomienda su utilización en zonas de estudio o lectura. No produce cansancio en la vista, y nos ayuda a evadirnos, siendo apropiados en zonas de relax. Otras impresiones que refleja son estabilidad, generosidad, organización, aislamiento e independencia.
Son muchos los motivos por los que el gris no puede faltar en las paredes de nuestro hogar, especialmente en zonas como el salón o dormitorio que necesitan que se respire tranquilidad. Las opciones de tonos a elegir son innumerables, seguro que alguno se adapta a vuestro estilo.
El gris es el color neutro por antonomasia. Esto le convierte en una herramienta muy versátil en el mundo de la decoración, combinando con colores muy fuertes como el rojo, los fucsias, el verde, amarillo, naranjas, morado, los azules fuertes... Únicamente el blanco le iguala en esa capacidad de armonizar con el conjunto. Tiene una gran ventaja frente al beige, puesto que éste altera las impresiones de los otros colores con los que se mezcla, mientras que el gris, hará que éstas permanezcan intactas.
Especialmente recomendable es su utilización en las zonas de estudio o de lectura, pues evitará distracciones innecesarias favoreciendo la total concentración de sus ocupantes. Al no producir ningún tipo de cansancio a la vista, podremos pasar largas horas bajo su amparo sin acusar la fatiga.
Una elección clara para las paredes del salón será el remate perfecto para una decoración a base de blancos rotos, marfil o cáscara de huevo con detalles en madera que fortalezcan la viveza de la habitación. Si conseguimos añadir una buena cantidad de iluminación contaremos con un auténtico oasis de tranquilidad en nuestra propia casa. Funciona perfectamente para cualquier ambiente (cocinas, baños, salones, oficinas…) sin tener ninguna tendencia marcada (femenina-masculina), por lo que gusta tanto a hombres como a mujeres. Es un color que va muy bien combinado con colores tanto fríos como cálidos, y como ya hemos comentado, incluso tonos muy intensos. La combinación blanco, negro y gris, es utilizada sobre todo, en espacios con decoración moderna. Si no le convence pintar una gran superficie de este color, puede probar a crear un contraste con el color elegido como principal para la estancia, ya sea mediante pintura o con un papel pintado. Infinitas posibilidades Una decoración monocroma será, casi siempre, una opción acertada. Con la adhesión de blancos y negros a la paleta favoreceremos la sensación de continuidad, tanto en el tono como en la impresión de tranquilidad resultante. Con el gris haciendo de puente entre los dos extremos, un resultado satisfactorio está prácticamente garantizado. Esta combinación tonal es muy recurrente en el minimalismo, corriente en la que la sencillez de líneas y formas se acentúa por la simplicidad de los tonos escogidos. Pero, igual que a estilos modernos, nuestro protagonista puede añadirse a estilos étnicos en sus tonos piedra, los cuales, indiscutiblemente, conferirán un toque natural al conjunto.
Ficha técnica
El gris es el color sin fuerza. En él, el noble blanco está ensuciado y el fuerte negro debilitado. Depende mucho más de los colores que lo rodean que de su propio tono. Es neutro y pasivo, simboliza la indecisión y la ausencia de energía, expresa duda y melancolía. Es una fusión de penas y alegrías, del bien y el mal. Psicológicamente es el más difícil de asociar: es demasiado débil para ser masculino, pero también es muy amenazante para ser femenino. No es cálido ni frío. No es espiritual ni material.
También el gris es el color de la teoría y la reflexión. El entendimiento se localiza en la materia gris del cerebro. Las publicaciones especializadas y las tesis doctorales conforman la “literatura gris”. También es el color de lo secreto y de aquello entre lo permitido y lo castigable. De gris se tiñen los sentimientos que mantenemos en secreto, es el color de la sombra. En la naturaleza, el gris puede ser retraído o sugerente de distancia. También recuerda los cielos de invierno, las lluvias, la niebla, las sombras y los días nublados. Las hojas del sauce llorón son grises. El gris es el color del mal tiempo. En el mundo animal es el color preferido para el camuflaje. Muchos animales son grises, sobre todo, los nocturnos.
Los artistas aprecian el gris. Grisalla es el nombre de una técnica pictórica cuyos colores se reducen a tonos grises. Los artistas distinguen entre “gris cálido”, “gris frío” y “gris neutro”. El gris en pintura, es el color que armoniza con todo lo malo. El cuadro más famoso pintado en tonos de gris es el Guernica (1937), de Pablo Picasso. En el siglo XIX, los tejidos brillantes, los pliegues y colores desaparecieron de la moda masculina que venía de Inglaterra. El traje ideal de diario era, en verano, un moderado gris claro y, en invierno, un moderado gris oscuro.
Interiores en todos los tonos de gris Los grises son especiales para generar ambientes apacibles y elegantes, más o menos iluminados según el brillo o claridad del tono elegido. Son buenos compañeros de cualquier otro color, se llevan con blanco, negro, naturales, y especialmente tonalidades cálidas. Veamos algunos ejemplos de los claros a los más oscuros: TONOS SUAVES: Son los más cercanos al blanco, por lo que aportan iluminación y cierta amplitud al ambiente en el que se los usa. Especial para estilos de decoración modernos, tipo minimalista o vanguardista. Gris Hielo, Gris Luna, Gris Perla Generalmente se acompaña muy bien con tonos más oscuros de gris, maderas de distintas tonalidades, especialmente madera clara, acero o cromados y muebles de diseño moderno. Se pueden usar algunos complementos vistosos en colores cálidos (naranja, rojo, amarillo) o fríos (verde, azul, lila) para colorear el ambiente.
TONOS MEDIOS: Aquí encontramos los tonos a mitad de camino, entre el blanco y el negro. Se hace imprescindible el uso de blanco, el que puede estar incluido en telas, cielorraso y vigas, rodapiés, zócalos, cenefas o cualquier complemento decorativo. Gris Ceniza, Gris Humo
El uso de maderas claras u oscuras le sienta muy bien. Como también cremas, beige y toda la carta de tonos pasteles. Lograremos un ambiente más armonioso que con una tonalidad oscura.
TONOS OSCUROS: Los grises en estas tonalidades son muy elegantes y dotan a la estancia de distinción. Pueden ser acompañados con complementos y muebles en tonos suaves, naturales, o al contrario, especialmente coloridos para generar un ambiente más atractivo. Adecuado para el uso de maderas en tonos medios. Gris Topo, Gris Grafito Lógicamente el color reducirá bastante las proporciones del ambiente, además de su iluminación, por lo que es apropiado para ambientes amplios y con buena luz natural y artificial.