El pasado 18 de julio, Concha de Cocina y Aficciones, nos proponía viajar a Logroño para conocer la cocina riojana. El viaje, como siempre, tenía que ser virtual, pero yo cogí la maleta y me fui para allá el sigiente fin de semana. Había visto un hotel rural precioso en el que admitían mascotas y quería ver que tal era la experiencia. Yo nunca había tenido perro, pero el pasado 12 de octubre una imagen de un podenco desnutrido y maltratado me animó a adoptarlo y de paso darle una alegría a mi marido que me había enseñado la fotografía con recelo y pensaba que le iba a costar más trabajo convencerme.En el viaje tuvimos una anécdota con Leo que seguro que os cuento en otra ocasión.😂
Pero aquí hablamos de gastronomía y no quiero desviarme del tema que para eso estamos en Cocinas del Mundo y en la Rioja la cocina riojana es sencilla, con productos de la tierra, pero además de sus maravillosos vinos, tienen una huerta magnífica y unos embutidos fabulosos que combinados con maestría se elaboran unos platos de los que recuerdas su sabor una y otra vez. Son famosos sus asados, sus chuletillas al sarmiento, su menestra y sus platos de cuchara como las patatas, los gabanzos, los caparrones... todos con el apellido de "a la riojana". Yo me he decidido por los garbanzos a la riojana, un plato que me gusta mucho y además podía prepararlo con materia prima autóctona porque me vine cargada de chorizos normales y picantes, longanizas y, por supuesto, vino.😉