Asi se denominan las preparaciones l íquidas, generalmente a base de agua, destinadas a producir sus efectos medicinales sobre las mucosas que recubren el fondo de la boca, las amigdalas y la garganta. Se usan desde tiempos remotos y su utilidad es indudable en gran número de casos.
Los gargarismos limpian de moco, microbios y otras impurezas las rnucosas indicadas, y ejercen sobre las mismas efectos emolientes, astringentes, desinfectantes, etc., según sean los componentes que los forman.
Respecto a la manera de efectuar los gargarismos, poco podemos decir, puesto que sus detalles son populares: se toma un sorbo del líquido apropiado, se echa la cabeza hacia atrás y se pronuncia, prolongándola, la letra A. La columna de aire que con ello sale de los pulmones,
sostiene y remueve el líquido en el fondo de la garganta y limpia y baña las rnucosas de la región.
Los enjuagues son los gargarismos de la cavidad bucal. Se utilizan para combatir las inflamaciones e irritaciones de la mucosa de la boca, ciertas enfermedades de las encias, para combatir el dolor de muelas y para limpiar la cavidad bucal de las impurezas que pueda contener.
Existen gran número de plantas indicadas para prepararlos, según los efectos que se deseen conseguir. Su práctica es todavía más sencilla que la de los gargarismos, puesto que consiste en mover un sorbo de líquido en todos sentidos dentro de la cavidad bucal, auxiliándose para ello de los muscuios de,los carrillos y manteniendo la cabeza más bien inclinada hacia adelante.
No conviene efectuar gargarismos y enjuagues ni con Iíquidos muy calientes ni muy concentrados; es preferible a esto el efectuarlos con mayor frecuencia.