Creo que el gazpacho es la comida española más típica y refrescante del verano. Es la típica receta que recuerdo desde que era pequeña y mi madre la prepara cada año. El sabor del gazpacho es como beber verano directamente y aunque hay días que queda mejor y otros no tanto, siempre sale bueno.
Para los que no lo conozcáis, el gazpacho es una sopa fría hecha a base de tomate y otras verduras, normalmente pepino, pimiento y cebolla, pero que se puede adaptar al gusto de cada uno. Es ideal para empezar una comida o como aperitivo y se puede guardar en la nevera para disfrutarlo cuando más nos apetezca.
Las proporciones nunca son las mismas y yo casi siempre lo hago con lo que tengo en la nevera. Podéis añadir más o menos tomate, pepino y pimiento y dependiendo de ello os predominará más un sabor o otro. Mi madre normalmente pone vinagre pero a mí me gusta más suave y por eso lo he omitido en la receta, aunque a mucha gente le gusta más con vinagre y añade un chorrito a la mezcla.
Espero que os guste la receta y la probéis estos días tan calurosos
Ingredientes:
- 4 tomates
- 1 pepino
- 1 cebolla
- 1/2 pimiento rojo
- 1 diente de ajo
- Sal
- Agua
- Vinagre (opcional)
Instrucciones:
Pelamos y cortamos los tomates en trozos pequeños. Yo he usado un pelador de tomates pero si no se pueden escaldar los tomates, dejarlos enfriar y pelarlos. Si no tenéis tiempo podéis añadirlos sin pelar y colar el gazpacho al final.
Pelamos y cortamos la cebolla, el diente de ajo y el pepino. Cortamos el pimiento rojo.
En un bol o en la batidora directamente, mezclamos el tomate, el pepino, el ajo, el pimiento y la sal. Batimos bien y vamos añadiendo agua hasta que quede la textura que deseemos (cuánta más agua, más líquido y menos sabor).
¡Listo!
No me digáis que no es fácil y rápido de hacer! Y además un plato buenísimo y sanísimo, sólo verdura!
Espero que os guste y la disfrutéis pronto!