Me parece que en este caso hay que dejar de lado las sensiblerías (por supuesto que nos alegramos mucho de que nazcan seres humanos, pero el procedimiento repugna por indigno) y centrarnos en lo que afirma la madre, sin darse cuenta de la gravedad y profundidad de su afirmación:
“Me parece que no suena muy real. Creo que la gente se queda muy, pero que muy sorprendida, y les cuesta algo de tiempo llegar a comprender lo que ha pasado aquí. Nosotros, por supuesto, tuvimos nueve meses para hacernos a la idea de que estábamos esperando al hermano gemelo de Reuben, pero es algo realmente increíble”.Es tan difícil de entender precisamente porque es contrario a la naturaleza. Nos terminaremos acostumbrando, pero eso sólo significará que habremos adormilado nuestras conciencias: Esta no es la forma más digna de venir a la vida. De hecho, es la menos respetuosa con la dignidad debida a cada ser humano, que no puede ser utilizado como medio por nadie para ningún fin, por muy loable que este sea. Y probablemente generará problemas cuando en el futuro Floren pueda pedir responsabilidades por haber nacido ahora y no cinco años antes, por ejemplo. O si desarrolla cualquier enfermedad… Allí nos encaminamos.