“Pongamos las cosas claras: en este campeonato, solo hay dos constructores, Ferrari y Mercedes, que diseñan sus coches, diseñan sus motores y fabrican el 90 por ciento de las piezas ellos mismos; el resto reciben la parte principal, que es el motor, de un suministrador. Nosotros recibimos el motor y la transmisión, un porcentaje mayor pero, básicamente, los otros nueve equipos son como nosotros”, ha afirmado el propietario de la escudería estadounidense, Gene Haas, en Shanghai, donde este fin de semana se disputa el Gran Premio de China.
“Creo que, en cierto sentido, hay un montón de quejicas en la Fórmula 1 hablando sobre nuestro éxito, pero no sé de lo que se quejan. Nosotros somos como un piloto: pensamos en los desafíos que nos esperan, en cómo afrontarlos, salimos a la pista y decimos ‘vaya, podemos hacerlo’. Estamos compitiendo en su terreno y, si no pueden asumirlo, es su problema”.
El positivo estreno de Haas contrasta con el de las escuderías que han debutado en la Fórmula 1 en tiempos recientes: Virgin/Marussia/Manor, Lotus/Caterham o Hispania/HRT, que nunca fueron capaces de salir de la cola de la parrilla y (salvo en el caso de Marussia en el GP de Mónaco de 2014 con el malogrado Jules Bianchi) tampoco puntuar. Para Gene Haas, las dificultades que ha tenido que afrontar son razón de más para que su equipo sea felicitado en vez de criticado. “Hemos tenido muchos obstáculos, desde el principio cuando Bernie Ecclestone decía que no creía que lo conseguiríamos, hasta adelantar 20 millones de dólares para estar aquí, y ahora esto. Pero nosotros nunca leímos esa circular que decía que al llegar a la Fórmula 1 tenías que pasarte cinco años en la cola. No nos vamos a ir y será mejor que se acostumbren y, si no les gusta, ese es su problema”.