g e s t a l t
Percatarse. Siempre podemos enterarnos de una manera integrada (corporal, energética, emocional y cognitiva) de lo que estamos viviendo, aunque intentemos engañarnos haciendo como que no. Siempre vivo algo, hasta cuando estoy dormido y siempre puedo poner conciencia en lo que vivo
Responsabilidad. Hacemos lo que hacemos y nos encontramos donde nos encontramos porque, ante todo, hemos elegido una dirección u otra (hasta cuando hemos elegido no elegir). El sujeto de mi vida siempre es yo, si me hago cargo de esto puedo hacerme dueño de mis actos y por tanto cambiar. Sino sólo soy víctima y sólo puedo quejarme y sufrir
Actualidad. La certeza de que siempre estamos viviendo «aquí y ahora». Que el presente es la puerta que tenemos para entrar en la vivencia de nuestros actos, sentirla y notarla en lugar de interpretarla o fantasearla. La transformación real se da en el presente, porque en el presente estoy vivo, lo demás es de más
«La luz de la toma de conciencia es todo lo que necesitamos para salir de nuestra confusión, para enterarnos de la necedad de los conflictos que nos creamos, para disipar las fantasías que están ocasionando nuestra angustia. Únicamente cuando somos lo que somos podemos decir que estamos viviendo; con el solo hecho de comenzar a ser nosotros mismos -o reconocer lo que ya somos- encontraremos una realización, mayor que la producida por la satisfacción de cualquier deseo»
Uno es responsable, no culpable, de su propia ignorancia y se merece (es merecedor de) lo que le ocurre como la lección de su e-lección, no como castigo, sino como opción de cambio. El dolor y el miedo son dos importantes guardianes-guía del camino pero, por muchas razones, podemos enfermar de miedo o de dolor. Cuando nos damos cuenta de ello, podemos investigar qué es lo que nos impide crecer. Nuestro organismo sólo quiere eso: crecer. Y tiende a realizarse desplegando y consumando su propia naturaleza en todos los niveles: la felicidad. Poseemos la sabiduría necesaria para hacerlo, como la aceituna sabe todo lo que necesita para ser olivo, y en ser olivo radica su felicidad
Podríamos decir de forma sintética que la esencia de la salud, desde la Gestalt, es una actitud de compromiso e implicación en el hecho de existir, ser, estar y hacer, y se podría expresar de esta forma: «Yo – soy consciente – aquí y ahora». Esta expresión se realiza en tres niveles diferentes que, como si de un instrumento musical se tratara, deben estar afinados. Coherencia interna, referida a que lo que hacemos, sentimos y pensamos, deje de ir en direcciones diferentes y forme una unidad armónica
«Hay tres tipos de lenguaje, eso lo sabemos todos: el pensamiento, la acción y la emoción. La congruencia es la comunicación, la integración, la armonización de esos tres centros. Piensas… Ahora, este pensamiento llévalo a la acción e intenta sentirlo»
Todo lo ocurrimos en el presente, en una experiencia de contacto dentro-fuera con nosotros mismos y con el entorno, o el otro. La Gestalt se centra en la verdad única de esta experiencia y su posible interrupción o distorsión por el olvido de ser, la memoria del estar o las rutinas del hacer
(extracto del programa de la formación en arterapia gestáltica de la eaM)
Ramón Ballester. Director de la escuela de arterapia del Mediterráneo