El glaucoma es una enfermedad ocular grave que a menudo conduce a la ceguera. Hay un intercambio continuo (aunque muy lento) de fluido entre las cámaras del ojo y la circulación venosa sistémica. El líquido en el ojo es producido por el cuerpo ciliar y sale del ojo en el ángulo formado por el iris y la córnea. El glaucoma se produce cuando el fluido en el ojo se produce más rápido de lo que se puede eliminar. Esto conduce a un incremento sostenido de la presión intraocular. La alta presión intraocular causa cambios degenerativos en el nervio óptico y la retina.
Tipos de glaucoma en perros
El glaucoma puede ser primario o secundario:
- El glaucoma primario es una enfermedad hereditaria que afecta a los perros de raza Beagle, Cocker Spaniel, Basset Hound, Samoyedo y otras. En el 50% de los casos, el segundo ojo se ve afectado en los dos años siguientes al primero.
- El glaucoma secundario es una complicación de otra enfermedad ocular, como la uveítis, el desplazamiento del cristalino o un trauma en el ojo. El tratamiento del glaucoma secundario se basa en el tratamiento del problema ocular subyacente.
El glaucoma también puede ser agudo o crónico, dependiendo de la rapidez con la que los signos se desarrollan y el tiempo que el glaucoma lleva presente.
Un ojo con glaucoma agudo es extremadamente doloroso, con lagrimeo y estrabismo. El ojo afectado se siente más duro que el ojo normal y tiene un aspecto fijo y sin expresión debido a la apariencia empañada de la córnea y la pupila dilatada.
El glaucoma en la etapa crónica se asocia con el agrandamiento y la protrusión (desplazamiento hacia adelante) del globo ocular. El ojo puede ser sensible a la tensión y se siente más duro que el ojo no afectado. En casi todos los casos el ojo afectado es ciego.
Diagnóstico del glaucoma en perros
El diagnóstico del glaucoma puede hacerse solamente mediante un examen veterinario de los ojos y la medición de la presión intraocular.
Tratamiento
El glaucoma agudo es una urgencia veterinaria que puede producir ceguera en cuestión de horas. Ésta es una razón por la que es tan importante que lleves a tu perro a una clínica veterinaria de inmediato si tienes la sospecha de que le duele un ojo. El tratamiento médico implica el uso de medicamentos para disminuir rápidamente la presión intraocular.
El fármaco de elección inicial podría ser manitol por vía intravenosa. Otros veterinarios comenzarán con prostaglandinas, como Xalatan, e inhibidores de la anhidrasa carbónica por vía oral, que bloquean la enzima que produce el líquido intraocular. Los medicamentos tópicos aumentan el flujo de salida del líquido mediante la constricción de la pupila. Esto amplía el ángulo entre el iris y la córnea .
Si el tratamiento médico no es eficaz, podría realizarse un procedimiento quirúrgico, como una cirugía ciclodestructiva o una cirugía de filtración. Estos reducen la producción de líquido en el ojo. Algunos veterinarios utilizan criocirugía, que consiste en congelar y destruir una porción del cuerpo ciliar para reducir la producción de líquido intraocular. La operación también se puede hacerse con láser, pero esto requiere la derivación a un centro especializado en los ojos de los perros.
En el glaucoma crónico, el ojo afectado es ciego, y por lo tanto susceptible a lesiones corneales y otros problemas, como dolor intenso. Si estos problemas se desarrollan, se debe quitar el ojo. Si se desea, puede insertarse una prótesis por razones estéticas.
Prevención del glaucoma en perros
Los exámenes oculares detectarán pequeños aumentos de la presión intraocular, lo que permite tener el tiempo suficiente para iniciar un tratamiento preventivo antes de que el glaucoma se desarrolle. Los exámenes anuales de la vista se deben realizar en todos los perros con predisposición hereditaria al glaucoma primario.
Un perro con glaucoma en un ojo debe ser vigilado cuidadosamente en busca de signos de glaucoma en el otro ojo. La presión intraocular se debe medir cada cuatro meses en estos pacientes de alto riesgo. Los perros con glaucoma primario no deben ser utilizados para la cría.
Hoy en día hay evidencia de que el uso de los collares aumenta la presión intraocular. Por lo tanto, los perros con presión intraocular elevada, córneas débiles o delgadas, o directamente glaucoma deben caminar con un arnés en lugar de un collar.