Gli irripetibili anni 60: Diálogo entre Roma y Milán

Por Camilayelarte @camilayelarte


La Fondazione Roma con sede en el Palazzo Cipolla de Via del Corso muestra hasta el próximo 31 de Julio la exposición Gli irripetibili anni '60, un viaje por uno de los períodos más prolíficos del arte italiano del siglo XX.

Emilio Tadini, La Camera afona (esterno), 1969.

Hay que reconocer que los italianos saben explicarse muy bien a sí mismos. Esta exposición, a pesar del título que suena un poco cursi, más propio de un programa presentado por el difunto Mike Buongiorno que no de una exposición de arte contemporáneo, nos invita a un fascinante recorrido por el arte italiano de finales de los cincuenta hasta mitad de los setenta, estructurado en cuatro partes: Abstracción y monocromía, Cultura Pop, Internacionalidad y explosión conceptual.
A finales de los años cincuenta tiene lugar el milagro económico italiano, gracias al desarrollo industrial del norte, con Milán a la cabeza, Italia consigue meterse entre el privilegiado grupo de los países más industrializados del mundo. 

Trabajadores en el Milán de los años cincuenta. 1953-54. Foto: Ugo Mulas

Nace una sociedad de consumo dispuesta a gastar su dinero en materias de segunda necesidad. Esta coyuntura económica y social son el escenario perfecto para el desarrollo de una vida cultural efervescente que verá nacer nuevos lenguajes artísticos. Dos figuras son imprescindibles para el desarrollo del arte italiano de este momento, los dos artistas que vertebran la primera parte de la exposición: Lucio Fontana y Piero Manzoni.

Lucio Fontana, Concetto Spaziale, 1961.

Lucio Fontana agujereando la XIII Triennale di Milano. 1964. Foto: Publifoto/Olycom


Lucio Fontana es el símbolo del Milán de los años cincuenta, con sus cortes en la tela inaugura una nueva concepción del espacio y por extensión de la pintura, se abre el camino hacia lo concreto y lo esencial. La ciudad Lombarda se convierte en un auténtico laboratorio artístico donde tienen lugar nuevos experimentos visuales que buscan la superación del informalismo y el subjetivismo.

Piero Manzoni. Milán 1958-59. Foto: Ugo Mulas

Piero Manzoni, Achrome, 1958-59.


Piero Manzoni desarrolla sus actividades en la revista Azimuth y la Galería, casi del mismo nombre, Azimut, pero también trabaja en estrecha colaboración con otro grupo europeo que está revolucionando el lenguaje artístico, el Grupo Zero en Düsseldorf. Bajo su personalidad se forman numerosos artistas que revolucionan el arte: monocromia, objetividad y objetualidad pasan a ser los nuevos términos para expresar la nueva corriente estética.

Getulio Alviani, Superficie a testura vibratile, años sesenta.

Mario Nigro, Dallo Spazio totale: progressioni ritmiche simulatanee opposte, 1966. Foto: Bruno Bani

La exposición expresa muy bien el importantísimo papel que las galerías italianas tuvieron en el desarrollo del arte de esta época. No únicamente por dar visibilidad a proyectos totalmente experimentales para la época, sino también por saber crear un diálogo con artistas internacionales y luchar por la implantación del coleccionismo de arte contemporáneo entre la sociedad italiana. 

Carlo Cardazzo en la Galleria del Naviglio, Milán final años cincuenta

Spazio Elastico de Giaani Colombo en Studio Marconi 1967-68

Studio Marconi en Milán así como la Galleria del Naviglio de Carlo Cardazzo son dos de las principales galerías del momento. Otra figura importantísima para comprender la internacionalización del arte italiano del momento es la de Pierre Restany, crítico francés y padre teórico del Nouveau Réalisme. Es precisamente en Milán donde Restany acuña el nombre para describir la obra de Yves Klein, Armand, Cesar entre otros. Más tarde se añadarían Mimmo Rotella y Niki de Saint Phalle.

Yves Klein, IKB 103, 1956, Museo Colecçao Berardo, Lisboa.

Gianni Colombo, Cromostruttura, 1961. Foto: Gianni Ummarino


Si bien Milán representa la avanguardia y el nexo de unión con las formas artísticas del norte de Europa, Roma se presenta en esta exposción como interlocutor directo con el Pop Art americano. Esta influencia está expresada en la exposición con las obras de Mario Schifano y Mimmo Rotella.

Mimmo Rotella, Aranciata con gli occhiali, 1966. Foto: Galleria Spirale

Mario Schifano, Tuttestelle, 1967

La internacionalidad de la oferta artística de ese período se muestra con los proyectos que artistas como Christo&Jeanne Claude llevaron a cabo en Milán, con el empaquetamiento de la escultura de Vittorio Emanuele en Piazza Duomo o la exposición dedicada a Man Ray en Studio Marconi.

Christo, Impacchetamento del monumento a Vittorio Emanuele II, Piazza Duomo, 24 de noviembre 1970.

Sergio Lombardo, I Vip, 1962. Foto: Giorgio Benni


Debo reconocer que recorriendo las salas de la exposición sentí algo de envidia al comparar la situación italiana de los sesenta con la de la España de la misma época. Al salir intenté pensar en cómo quedaría si trasladáramos el mismo discurso expositivo a nuestro país y comprendí cuán profundamente era la diferencia en España debido a la situación política y económica. Gli indimeticabili anni '60 no es solo un placer para los sentidos sino un interesante ejercicio de análisis de la interrelación del Arte con el contexto socio-económicoLa cultura es resultado de una estructura profundamente compleja que bien analizada nos ayuda a comprender qué fuimos, qué somos y qué podríamos ser.
Lo mejor: Lo bien transmitida que está la sensación de efervescencia cultural tan propia de los sesenta. La atención a la interrelación entre artistas y galerías, entendido como un todo. El catálogo.


Lo peor: Que no te dejan hacer fotos. La primera parte de la exposición, Milán, Fontana, Azimuth etc.,  está mejor explicada que la parte que recoge la "internacionalidad" de las exposiciones en Italia.