Los nudos oscuros de gas y polvo en esta imagen obtenida desde el telescopio espacial Hubble se denominan glóbulos de Bok, que son concentraciones de elementos responsables de la formación de estrellas en nuestra galaxia y en todo el universo. Sin embargo, algunos glóbulos de Bok se disipan antes de que puedan colapsar para formar estrellas. Se puede decir que contienen los ingredientes para el nacimiento de las estrellas.
Los glóbulos de Bok son nubes moleculares aisladas muy compactas que llevan el nombre del astrónomo Bart Bok, quien sugirió por primera vez que podrían ser los precursores de las protoestrellas.
Son las manifestaciones más pequeñas de nebulosas oscuras con tamaños de menos de 3 años luz de diámetro, y son más fácilmente visibles cuando se encuentran frente a nebulosas de emisión o nebulosas de reflexión. Aunque los límites superiores son difíciles de decidir, generalmente contienen entre 0,1 y 2000 masas solares de gas y polvo (por encima de esto se conocen simplemente como nebulosas oscuras) y forman estrellas aisladas, no cúmulos de estrellas masivas. Los glóbulos de Bok suelen tener temperaturas muy frías de alrededor de -260ºC.
Debido a su pequeño tamaño, regularidad y aislamiento, los glóbulos pueden ser objetos convenientes para estudiar la formación de una o un par de estrellas de baja masa. Los glóbulos pequeños son especialmente adecuados, ya que son las nubes más simples, con condensaciones centrales únicas y poco movimiento de gas supersónico. Además, las estrellas de baja masa son mucho menos perjudiciales para su nube molecular madre que las estrellas masivas. Por lo tanto, los glóbulos de Bok proporcionan una imagen más precisa de las condiciones físicas que existen en las pequeñas nubes moleculares antes, durante y justo después del inicio de la formación estelar.
Para saber más:
Tipos de Nebulosas