Glosario de términos de restauración (II). Acabados.

Por Martafr1975

Vamos con la segunda parte de este pequeño manual para los que nos iniciamos en la restauración de muebles.

Goma laca

La goma laca es una sustancia orgánica que se obtiene a partir de la secreción de un gusano rojo, llamado gusano de la laca, y que es originario de Sri Lanka e Indonesia. El gusano que se alimenta de la sabia de los árboles tropicales, segrega a su vez una sustancia que deposita en las ramas. Esta sustancia se recolecta y se procede a su secado y preparación en varias fases para poder ser utilizada.

La utilización más frecuente es para el tratamiento final de las superficies de madera de muebles e instrumentos musicales. Es uno de los tipos más antiguos de acabado debido a que seca rápidamente, protege bien y tiene una larga duración. Pero debido a la aparición de barnices y lacas industriales, la goma laca ha perdido bastante la popularidad con la que gozaba antaño, pero aún mantiene un lugar importante, no sólo en el campo del acabado de la madera sino también en otras industrias. La diferencia con otros barnices sintéticos es que penetra en la madera, el acabado es mucho más natural y seca rápidamente además de ser mucho más fácil de reparar ante cualquier arañado que se produzca en el mueble.

La goma laca original es de color anaranjado y tiende a alterar ligeramente el color natural de la madera.

Para obtener goma laca incolora se blanquea la original con productos químicos pero tiende a volverse blanca lechosa cuando está sometida a altos grados de humedad, dando a la superficie un aspecto velado. Se aplica sobre todo en superficies claras o en las que su tonalidad no debe variar.

A la goma laca tradicional se le puede añadir pigmentos minerales, como pueden ser polvo ocre, tierra Siena, etc. con la finalidad de variar la tonalidad de la superficie a tratar.

En los comercios la encontramos en forma de escamas, barritas o ya diluidas y lista para su utilización. La goma laca en escamas, requiere de una preparación previa y aunque cada restaurador utiliza sus propios porcentajes (depende si es para el acabado final o para la preparación de la madera o aplicaciones artísticas, dorados, policromías etc.), una proporción idónea para el acabado de muebles sería 100 grs. de goma laca por medio litro de alcohol de 96º. Mezclamos los ingredientes en un bote de cristal con tapa hermética. Cuando se hayan diluido completamente, el preparado ya estará listo, pero hay que dejar transcurrir un mínimo de 24h para poderlo utilizar. Una vez haya reposado se traspasa a un bote de plástico con tapa dosificadora, filtrando con una media para quitar las impurezas que puedan quedar.

Para aplicar la goma laca es necesario hacerlo con una muñequilla, empapando (no demasiado) los cabos de hilo y dejando que la sustancia traspase el trapo que la envuelve. Primero con pequeños movimientos circulares que se irán haciendo mayores a medida que el efecto de la goma laca se vaya haciendo más evidente. Para finalizar, las pasadas tienen que ser largas y longitudinales en dirección a la veta de la madera.

Tapaporos

Sin una protección adecuada, la madera encerada absorbe los líquidos y se mancha en profundidad. El tapaporos deposita una película transparente e imperceptible que impermeabiliza la madera para protegerla de las agresiones diarias.

La aplicación del tapaporos se hace mediante pincel.

Cera

La cera más utilizada para los trabajos en muebles de madera es la de abeja, también llamada cera virgen. No obstante, no todas las ceras de abeja son iguales. Se distinguen por sus calidades, purezas, y colores: pueden ser blancas o amarillas, de tonos marrones o rojizos. Estas últimas se utilizan tanto para reforzar el efecto de un tinte, como para sustituirlo. No obstante, la cera que más realza la tonalidad de la madera es la de color amarillo. Todas ellas se comercializan en bloques o panes.
La cera virgen no se puede utilizar pura. Para preparar una cera casera, hay que fundir 100 gramos de producto al baño María. Una vez que haya alcanzado un estado líquido, se debe retirar del fuego para evitar que arda. Entonces se mezcla con medio litro de esencia de trementina hasta obtener una pasta cremosa.

Este preparado se aplica con un cabo de muñequilla de algodón. Basta con aplicar una capa distribuida de forma uniforme por toda la superficie y dejarla secar 12 horas. Transcurrido este tiempo, se abrillanta con un paño suave que no deje hilos ni pelusas. Para resaltar la veta, hay que frotar en círculos. Si la pátina de la pieza está estropeada o la madera es muy porosa, conviene aplicar una segunda mano una vez seca y pulida la primera. Transcurridas otras doce horas se pule de nuevo.

Muñequilla

Pequeña pieza de trapo que se usa para barnizar, empapándose con goma laca, cera o aceite.

Para fabricarla colocamos una bola de cabos de algodón en el centro de un trapo de algodón o lino que no desprenda hilos ni pelusas. Cerraremos uniendo las puntas de este trozo de trapo formando un pequeño hatillo y cogeremos la muñequilla con la mano de manera que no se desmonte mientras trabajamos con ella.

Cerusado

Técnica que aprovecha las vetas marcadas de la madera rellenándolas de cera blanca para contrastarlas con el color natural.

Consiste en marcarlas más cepillándolas enérgicamente con un cepillo de cerdas de alambre, aplicando, a continuación, una capa abundante de cera blanca, insistiendo, sobre todo, en las vetas para que ir rellenándolas y limpiando la superficie a fin de que se mantenga la cera únicamente en las vetas.


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