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CEOMA valora una normativa navarra como de las "más vanguardistas del mundo"
El decreto, aprobado la pasada semana, regula el uso de las sujeciones físicas y farmacológicas en los centros de Servicios Sociales e incluye, como novedad, que los profesionales deberán informar de sus posibles efectos negativos a los usuarios, quienes podrán oponerse a su aplicación.
La Confederación Española de Organizaciones de Mayores, que ha colaborado en su ejecución, ha valorado hoy que esta normativa abre la puerta a que se elimine el uso rutinario de sujeciones en las residencias de personas mayores "y por tanto, a que se lleguen a erradicar en su práctica totalidad".
Pero ello, según el director del Programa "Desatar al Anciano y al Enfermo de Alzheimer" de CEOMA, Antonio Burgueño, "siempre que la sociedad sea bien informada de los efectos negativos de las sujeciones físicas usadas a diario y de lo que significa el uso por conveniencia, y no el mayor beneficio de la persona mayor, a la que no le conviene ser restringida".
Con este derecho, según Burgueño, "se abre la puerta a rechazar que en los centros las sujeciones se utilicen para manejar a la persona con menos esfuerzo".
Además de las sujeciones físicas, el decreto regula la utilización de barandillas que pueden usarse con fines restrictivos, así como el uso general de fármacos psicotrópicos, que es, según Burgueño, especialmente problemático en personas mayores.
Los requisitos que impone esta norma a la hora de aplicar una sujeción evitarán, a juicio de CEOMA, un uso rutinario y establecen garantías para la persona objeto de ella, ya que en la actualidad Navarra, de forma similar al resto de España, presenta un uso "medio elevado" de este tipo de prácticas en comparación con otros países de su entorno sociocultural.
EFE