Para partir esta semana he querido hacerlo inaugurando esta nueva sección que espero encuentren todos los Lunes aquí en el Blog :
Good Monday!
Así la he bautizado y simplemente pretende se un espacio para compartir pensamientos, frases y cosas bonitas e inpiradoras que nos llenen de buena onda, para partir la semana de manera positiva. Que les parece?
Hoy para llenar nuestro corazón de Espítitú Navideño, quiero compartir además de esta Lámina Navideña que hice hoy y que ven arriba, una antigua editorial que encontré hace muchos años atrás y guarde, porque la encontré demasiado hermosa.
Fue publicada en 1897 en el periódico The Sun de Nueva York. Se títula “Si Virginia, si existe Santa Claus” y es la respuesta a la pregunta de una pequeña niña de 8 años de edad, sobre la existencia de Santa Claus. A pesar de tener 115 años de antigüedad, sigue siendo inspiradora. Leéla…
Sí, Virginia, si existe un Santa Claus.
“Tenemos un gran placer en responder en forma prominente a la comunicación de abajo, expresando al mismo tiempo nuestra gran satisfacción de que su fiel autora se encuentre dentro de los amigos de The Sun:
“Tengo 8 años de edad. Algunos de mis amigos dicen que no existe Santa Claus. Mi Papá dice – Si lo lees en The Sun, entonces asi será – Por favor, díganme la verdad, ¿Existe un Santa Claus? -
Virginia O´Hanlpn.
Virginia,
Tus amiguitos no tienen razón. Han sido víctimas del escepticismo de una época escéptica. Sólo creen lo que pueden ver. Piensa que nada puede existir excepto lo que pueden comprender sus pequeñas mentes. Todas las mentes, Virginia, sean de adulto o de niños, son pequeñas. En nuestro gran universo, el ser humano es un mero insecto, una hormiga en su inteligencia cuando se le compara con el mundo incontable alrededor.
Si, Virginia, Santa Claus existe!. Existe tan seguramente como el amor y la generosidad y la devoción existen, y tu sabes que abundan y da a tu vida su mayor belleza y alegría.
¡Ay! Que triste seria el mundo si no existiera Santa Claus! No habría tampoco la fe del niño, ni la poesía ni el romance para hacer tolerable nuestra existencia. La luz eterna que la niñez aporta al mundo se extinguiría.
No creer en Santa Claus! Seria lo mismo que no creer en las hadas. Podrías hacer que tu papá pusiera a hombres para vigilar todas las chimeneas la Nochebuena para agarrarle a Santa, pero aunque no lo vieras bajar por al chimenea, ¿qué probaría eso?
Nadie ve a Santa Claus, pero eso no significa que no exista. Las cosas más verdaderas de este mundo son las que no se ven. ¿Has visto acaso a las hadas bailando sobre el césped? Claro que no, pero eso no prueba que no estén allí. Nadie puede concebir ni imaginar todas las maravillas que no se ven en el mundo.
Puedes abrir la sonajero del bebé para ver que hace el ruido adentro, pero hay un velo que cubre el mundo invisible que ni los hombres más fuertes, ni toda la fuerza combinada de los hombres más fuertes que hayan vivido, pueden romper.
Sólo la fe, la poesía, el amor, el romance, pueden abrir ese telón para ver e imaginar la belleza sobrenatural y la gloria atrás del. Será real? ¡Ah!, Virginia, nada en este mundo puede ser mas real y más duradero
¿No existe Santa!?
Gracias a Dios, existe y ¡existirá para siempre! De aquí a mil años, Virginia, Santa continuará alegrando el corazón de los niños.
Fuente de este Texto:
Página Editorial, New York Sun, 1897. Traducido por Jorge Pinku