Fuera de la temperatura ambiental, el aire que entra y sale de la nariz debe mantener siempre la misma temperatura, aproximádamente unos 37ºC y una humedad del 100 por ciento, ya que de no suceder esto, puede producirse una lesión que afecte los tejidos pulmonares. En ocasiones, sobre todo en invierno cuando la temperatura desciende, la mucosidad se vuelve espesa, lo que frena la actividad de los cilios haciendo que las secreciones se acumulen y luego bajen por la parte trasera de la nariz. Esto se conoce como goteo posnasal. Este goteo, puede estar acompañado de tos que empeora durante la noche.