Richelmi ayer se arriesgó y con su estrategia sólo pudo ser octavo. Eso le dejaba para la carrera de hoy en pole, con Haryanto segundo. El momento clave por antonomasia en Mónaco es la salida, y el monegasco lo sabe.
Llegar primero a Sta. Devota puede parecer sencillo, pero no lo es. Debes evitar que te patinen las ruedas, y tener suerte que al de al lado le patinen si quieres algo de ventaja. Te concentras en el semáforo. 5...4....3....2....1.....Y se apagan las luces.
Pocos metros y está Haryanto emparejándose con Richelmi... ¡Casi se tocan Richelmi y Haryanto y lo aprovecha Canamasas para ponerse segundo! El español sale como una exhalación, pasando de la cuarta posición en parrilla al segundo puesto tras la primera curva. El de Trident tiene mucho hambre de victorias tras lo de ayer o lo sucedido hace más de un año en Barcelona. La mala suerte unida a un pilotaje demasiado extremista a veces le han dejado sin puntos. Hoy tocaba resarcirse.
Y esas ganas las ha demostrado en pista el español. Mientras Richelmi controlaba las gomas, Canamasas le obligaba a tirar. Haryanto ya ni aparecía en los retrovisores tras a penas dos vueltas. El ritmo era demencial, pero el DAMS sabía ensancharse en cualquier momento para frustrar cualquier intento de adelantamiento. Y así durante el resto de vueltas, pese al coche de seguridad provocado por Markelov.
Más allá del podio y la estabilidad por delante, el líder del campeonato se ha encontrado en medio de un pelotón liderado por Cecotto. El venezolano ha hecho un tapón de dimensiones épicas y ha arrastrado a un total de diecisiete coches enganchados a la parte trasera durante más de quince vueltas. Palmer ha decidido no arriesgar en esa cruzada y ha terminado séptimo, saliendo de Monte-Carlo con cuarenta y seis puntos de ventaja sobre Felipe Nasr, que ha tenido que abandonar en la primera vuelta.
La próxima cita de la GP2 es dentro de cuatro semanas en Austria, en la primera aparición de la categoría de Bruno Michel en el trazado conocido por el Red Bull Ring, antiguo A1-Ring y el legado del legendario Österreichring.