La tarea de la modista no era fácil, pues suponía realizar el vestido de novia de una futura princesa reinante, pero a su vez el de una estrella de cine.
El vestido tenía una falda amplia ajustada a la cintura con un fajín y el cuerpo de encaje francés.El velo era también precioso con detalles en encaje. No llevó tiara,sino una especie de diadema. Además de llevar ramo, optó por una pequeña biblia.
Grace Kelly ha servido de inspiración a muchas novias a lo largo de estos más de 50 años desde su boda. Su look nunca pasa de moda.
Ivanka Trump llevó un vestido inspirado en Grace para su boda diseñado por Vera Wang.
Y la duquesa de Cambridge y futura reina de Inglaterra lució un precioso vestido de Sarah Burton para Alexander McQueen que iba mucho en la línea del de Grace de Mónaco.
¿Y a vosotras qué os parece?. ¿Creéis que es un vestido icónico?.