Empezar este texto disculpándome por no haberle dedicado tiempo al blog durante este último mes sería un grave error, pues mi más sabia decisión ha sido la de dedicar cada minuto de lo que quedaba de año a exprimir lo que al 2014 le quedaba por ofrecerme.
Tengo TANTO que decir de lo que ha supuesto para mí 2014 que he llegado a la conclusión de que lo más sensato es no definirlo con palabras. Llevo un par de días dándole vueltas al texto, a qué debería exponer y qué debería reservar para mí. Noto mil sentimientos explotándome en el pecho, siento una alegría desorbitada y me ciega el aura de agradecimiento que irradia de mí misma. Tanto por expresar me impide resumir lo que ha supuesto un año de puro crecimiento personal y de experiencias maravillosas. Así que, sin más, voy a cerrar 2014 con todo cuanto me hace sentir bien, desde mensajes positivos hasta aromas agradables y sensaciones tan suaves como las caricias recibidas durante estos últimos doce meses, por parte de amigos, familia y todo aquel que se ha cruzado en mi camino.
Lo único que estoy segura de poder decir con rigurosa certeza es «GRACIAS», pues la persona que empezó el año rebosante de esperanza y la que lo despide orgullosa de todo cuanto ha vivido no es la misma.
¡Os deseo un 2015 lleno de felicidad, que no es más que lo que todos anhelamos en la vida!
If I began this text by apologizing for not having dedicated enough time to the blog this past month would be a serious mistake, as my wisest decision has been dedicating every minute of 2014 to squeeze what it still had to offer me.
I have so much to say of what this year has meant for me that I have come to the conclusion that the wisest option is not to use words. I have been thinking of what to write for a couple of days, thinking of what I should expose and what I should keep for myself. I have a thousand feelings exploding inside my chest; I feel an overwhelming joy and the aura of gratitude that radiates from myself is blinding me. So much to put into words could be sum up in the idea of personal growth and wonderful experiences. So, without preamble, I am going to say goodbye to this amazing year with what makes me feel good: from positive messages to pleasant scents and gentle sensations as the caresses I have received during these past twelve months —by friends, family and all of the people I have met on my way.
The only thing that I am sure I would be able to say with rigorous certainty is «thank you», because the person who started 2014 full of hopes and the one who sees it off totally proud of what has lived is a different one.
I wish you all a new year full of happiness, which is what we all crave in life!