Millones de gracias por traerme, todos los años, a gente bonita que hace mis días especiales, y que me permite poner una sonrisa cuando me acuerdo de todos los momentos compartidos. Y gracias también por la impresora de bolsillo que, a partir de ahora, me va a facilitar lo de tener los recuerdos en papel en lugar de en una pantalla (que no es lo mismo, no)