80 ponentes de más de 10 países se dieron cita en el XXVI Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina Estética. La SEME es la única Sociedad médica oficialmente reconocida por la Unión Internacional de Sociedades de Medicina Estética (UIME).
Su presidenta, Dra. Pilar Rodrigo, apuntaba, en nombre del comité organizador que "el programa ha contado con la intervención de figuras de reconocido prestigio nacional e internacional, que han abordado los temas más actuales, analizado las técnicas más recientes y presentado los resultados de los últimos trabajos de investigación".
La toxina botulínica y los rellenos dérmicos, protagonistas indiscutibles del último Congreso Nacional de Medicina Estética que reunió a 800 profesionales en Barcelona.
Sin duda, una de las ponencias que mayor interés suscitó durante los tres días de Congreso, fue en la que la Dra. Cristina Villanueva abordó ejemplos sobre casos difíciles tratados con toxina botulínica tipo A y la comparación de resultados usando los tres tipos que actualmente se comercializan. Concluyó que no hay paciente fácil y que para hacer un buen diagnóstico es fundamental tener un excelente conocimiento anatómico así como dominar la técnica y saber manejar las expectativas de los pacientes.
Precisamente en similares términos fue la participación del Dr. Lakhdar Belhaouari, miembro de la FSPRAS (French Society of Plastic Reconstructive and Aesthetic Surgery), quien como profesor asociado de anatomía en la Universidad de Tolouse protagonizó un taller científico sobre la importancia del conocimiento de la anatomía facial y la actividad muscular facial afirmando "con un dominio de la ciencia se puede dar una mejor respuesta al tratamiento de estética y evitar efectos adversos". Con una ponencia titulada "The Science under the skin" basada en múltiples fotografías y vídeos hechas sobre disección de cadáveres demostró que el conocimiento de la fisiología en el proceso de envejecimiento es clave. Al igual que todo profesional sabe que "no hay dos entrecejos iguales" hay que saber dónde pinchar para lograr el efecto deseado en la expresión de la cara y el tratamiento de las arrugas de la zona glabelar.
El profesional debe conocer perfectamente además de las asimetrías faciales el producto que va a inyectar, dónde va a hacerlo y cómo ("despacio, sin ceder a la presión"). "Hoy en día - indicó Belhaouari - existen diferentes toxinas en el mercado y lo importante es entender que no todas son iguales ni intercambiables, y por supuesto, que no todas difunden igual". Sus consejos sobre la gestión de la expectación de los pacientes a la hora de afrontar su proceso de envejecimiento fueron muy valorados por la audiencia al igual que sus explicaciones sobre el "arte de inyectar".
-La comunicación entre paciente y profesional
En su gran mayoría, el paciente que busca tratamientos de estética lo primero que valora es la seguridad y la calidad de los resultados, estos aspectos básicos serán los que construyan su confianza en el profesional que la atiende. Los médicos de estética saben que la medicina que ejercen es una de las medicinas más difíciles pues gestionan expectativas.
En el proceso llamado "beautification", que podríamos traducir como embellecimiento, es clave entender lo que busca el paciente pues a veces es la eliminación de cicatrices post acné y en otras un rejuvenecimiento o una dulcificación de la expresión. La comunicación entre paciente y profesional es, por tanto, vital para la consecución de resultados satisfactorios.