¡Muy buenos viernes!
Hoy en un Paseo por el arte... Un bella y enigmática mujer...
Se trata de las obras más bellas del artista, tanto por el atractivo de los colores como por la sutileza y el carácter delicado de la mirada de la mujer. Anglada Camarasa pasó bastante tiempo en París, donde se dedicó a pintar obras relacionadas con la vida nocturna de la capital francesa. Sin embargo, cuando algunas de estas pinturas fueron expuestas en la Barcelona de 1900, no obtuvieron la crítica merecida, mientras que en París el artista no dejaba de cosechar éxitos. Ya en 1914 cuando se instaló finalmente en Mallorca, se dedicó a pintar mujeres que llaman la atención por sus ropajes ricos en colores, así como por la delicadeza de sus rostros.
Resulta interesante precisamente el hecho de contrastar el rostro de esta bella y enigmática mujer, blanco como el alabastro, con su indumentaria bordada con flores de colores anaranjados, amarillos, todo sobre un fondo de color granate que realza aún más su pálida belleza.
Detalles:
1. El rostro de la mujer, de tez blanca, casi transparente, aparece despejado excepto la zona de la frente, donde le cae el pelo negro que lleva recogido en un moño. En su mano izquierda sostiene una rosa blanca, y parece mirar tiernamente al espectador con sus grandes ojos negros.
2. El fondo de la composición está resuelto como un mosaico impreciso de manchas cromáticas oscuras que aparecen diseminadas por toda la tela, lo que contribuye a fomentar la atmósfera misteriosa que emana la obra.
¿Conocíais la obra de Anglada Camarasa?
¡Feliz fin de semana a tod@s!
Cristina