"Falla una nota y morirás"
Eugenio Mira es un director y compositor de cine español, conocido principalmente por sus películas de corte fantástico y de misterio que han tenido cierta repercusión en los festivales de Sitges y Fansporto; este realizador y músico nacido en Alicante, estudió cine en Madrid y debutó con el cortometraje Fade (2000), ha hecho composiciones musicales para otros cineastas, ha sido Segunda Unidad en producciones españolas de gran presupuesto y ocasionalmente ha participado como actor. Aunque es un director admirado en el mundo de la ciencia ficción y ha empezado a trabajar a nivel internacional, no sólo no ha recibido las mejores críticas por sus trabajos sino que es un director que intenta explotar géneros partiendo desde lo musical, y en ese camino parece descuidar algunos aspectos tanto de la narrativa como de la misma progresión de ésta, como sucede en su última película Grand Piano, la cual vamos a reseñar en esta entrada.
Eugenio Mira dando indicaciones a Elijah Wood
Esta coproducción española-estadounidense con guión de Damien Chazelle, se puede resumir en la reaparición de uno de los mejores pianistas de su generación, el cual será amenazado de muerte en plena presentación, haciendo de éste concierto, el mayor desafío de su vida.La película que se reduce al interior de una sala de conciertos, - a excepción de los primeros minutos en los que vemos a Elijah Wood desplazándose por las calles de New York y una que otra secuencia de exteriores- nos muestra no sólo la ansiedad que puede sufrir un músico - un pianista- después de haber fallado y fracasado en la presentación más importante de su carrera sino la tensión que puede sufrir un pianista cuando su vida depende de las notas musicales que está interpretando, en este caso la vida de Tom Selznick (Elijah Wood), quien será amenazado por un francotirador anónimo (John Cusack), quien hará todo lo posible para que el pianista no sólo no se equivoque sino que tenga la mejor interpretación de una pieza casi imposible de tocar; pero qué se esconde detrás de todo este misterio, eso es lo que intenta averiguar Tom Selznick, quien en tiempo real descubrirá las verdaderas intenciones de la voz que se escucha tras el audífono que le da ordenes y amenaza constantemente.Narrativamente, -máspor par dirección que el propio guión- tiene una cadencia casi musical y esto se ve reflejado en los movimientos de cámara y en la misma estructura dramática, sin olvidar que es un largometraje con ciertos ecos a Hitchcock y al cine clásico americano
Sin tener una fotografía espectacular si tiene un excelente trabajo de cámara, principalmente los planos de Wood frente al piano y las secuencias relacionadas a la presentación, de todas maneras es destacable el trabajo del director de fotografía Unax Mendía, quien ya había colaborado con Eugenio Mira y en otra película ya reseñada en este blog, como No habrá paz para los malvados, entre otras producciones españolas. Aunque si hablamos de un gran logro, y posiblemente lo mejor de la película, es la música compuesta por Victor Reyes y el trabajo sonoro, trabajo en el que no sólo técnicamente es impecable sino que artísticamente es superado tanto por la actuación de Wood como por los recursos de quienes estuvieron involucrados en la creación musical; así mismo, la edición y montaje de José Luis Romeu, es bastante acertado generando la tensión y dinamismo de una película reducida a un sólo espacio.
Aunque personalmente, la película llega a decepcionar y recuerda demasiado a PhoneBooth, tiene elementos rescatables, como la actuación de Elijah Wood y el uso de un sólo espacio y la sensación de tiempo real en la que se suceden los hechos, la tensión victima y victimario, y obviamente su trabajo técnico, sin embargo, en el momento en el que le misterio se desarrolla y se da a conocer el rostro del francotirador anónimo, la película pierde fuerza y el guión se aleja de su idea principal, y de los elementos más importantes de la trama, restándole tanto calidad como influencia al guión y al desarrollo mismo, de un largometraje que empieza con fuerza - principalmente desde el miedo escénico del pianista hasta la amenaza- que finalmente se va diluyendo no sólo cuando el misterio se resuelve sino que se va desencadenando en salidas fáciles y la "originalidad" del guión termina cayendo en soluciones bastante alejadas de lo que parecía ser la idea principal. Posiblemente, un trabajo que podría haber sido más exitoso como animación o cortometraje.
Zoom in: La premiere de Grand Piano en el Austin Fantastic Fest fue el 20 de septiembre de 2013, también fue presentada en Sitges Montaje Paralelo: Phonebooth (2002) - La habitación del pánico (2002)