Vladimir Rojas, ex consejero regional, lamentó que en casi cinco meses de gestión, el pleno de la MPC, solo haya producido sesiones trasnochadas, ansiolíticos en exceso, náuseas al debate y miopía en acuerdosComo nueve de cada diez – el ex consejero regional Vladimir Rojas – es uno de os tantos decepcionados de la nula productividad del actual pleno edil de la comuna Cañete. Desde su cuenta personal de Facebook, comentó que en casi cinco meses de gestión, solo se han producido, “sesiones trasnochadas, ansiolíticos en exceso, náuseas al debate y miopía en acuerdos.En ese sentido – dejo entrever la mediocridad que afecta a la mayoría de regidores, se ve hoy reflejada en el hecho de haber acordado dejar sin efecto un convenio que siendo ley entre las partes, no se puede en forma unilateral desconocer sus cláusulas.“No hubo informe, no hubo dictamen, no hubo réplica, todos se allanaron al mandato de Sally Valerio, quien al parafrasear ¡vamos a dejar sin efecto! refiriéndose al irregular acuerdo emitido en la gestión de Bazán Guzmán, cancelaron la decisión con un acuerdo descomunal”, continuó diciendo.Rojas Hinostroza, además de mencionar que el error fue municipal y no puede ser un arma de defensa contra Inkamay, acentuó que para tener sentido común, no se necesita ser abogado, ingeniero o contador. Así como los humanos son responsables por sus actos, los municipios lo son por sus acuerdos.“Decisiones como esta, son un riesgo para la provincia. Que se desconozcan elementales criterios, ante el exceso leguyero, terminarán beneficiando a la empresa, que menoscaba el imperio de las clínicas, en detrimento de la economía municipal, o ustedes creen que saldrá de los bolsillos de algún concejal”, aseveró – tras acentuar que ser regidor provincial es un cargo para fomentar el desarrollo y justa representación, no lo es para perjudicar a la población.“Que el debate se oponga al silencio, que la orden del día se llene de dictámenes y no de pedidos sin sustento, que las sesiones sean de día y no de madrugada, salvo que el interés de la cosa oculta los mueva”, concluyó.
Vladimir Rojas, ex consejero regional, lamentó que en casi cinco meses de gestión, el pleno de la MPC, solo haya producido sesiones trasnochadas, ansiolíticos en exceso, náuseas al debate y miopía en acuerdosComo nueve de cada diez – el ex consejero regional Vladimir Rojas – es uno de os tantos decepcionados de la nula productividad del actual pleno edil de la comuna Cañete. Desde su cuenta personal de Facebook, comentó que en casi cinco meses de gestión, solo se han producido, “sesiones trasnochadas, ansiolíticos en exceso, náuseas al debate y miopía en acuerdos.En ese sentido – dejo entrever la mediocridad que afecta a la mayoría de regidores, se ve hoy reflejada en el hecho de haber acordado dejar sin efecto un convenio que siendo ley entre las partes, no se puede en forma unilateral desconocer sus cláusulas.“No hubo informe, no hubo dictamen, no hubo réplica, todos se allanaron al mandato de Sally Valerio, quien al parafrasear ¡vamos a dejar sin efecto! refiriéndose al irregular acuerdo emitido en la gestión de Bazán Guzmán, cancelaron la decisión con un acuerdo descomunal”, continuó diciendo.Rojas Hinostroza, además de mencionar que el error fue municipal y no puede ser un arma de defensa contra Inkamay, acentuó que para tener sentido común, no se necesita ser abogado, ingeniero o contador. Así como los humanos son responsables por sus actos, los municipios lo son por sus acuerdos.“Decisiones como esta, son un riesgo para la provincia. Que se desconozcan elementales criterios, ante el exceso leguyero, terminarán beneficiando a la empresa, que menoscaba el imperio de las clínicas, en detrimento de la economía municipal, o ustedes creen que saldrá de los bolsillos de algún concejal”, aseveró – tras acentuar que ser regidor provincial es un cargo para fomentar el desarrollo y justa representación, no lo es para perjudicar a la población.“Que el debate se oponga al silencio, que la orden del día se llene de dictámenes y no de pedidos sin sustento, que las sesiones sean de día y no de madrugada, salvo que el interés de la cosa oculta los mueva”, concluyó.