Fernando Alonso, Lewis Hamilton, Sergio Pérez y el mismo Grosjean abandonaron después de que el francés perdiera el control de su Lotus e hiciera un 'strike' en la lenta y cerrada curva de La Source.
Dos temporadas después, Grosjean reconoce que el recuerdo de ese episodio le persigue en cada carrera. No ha podido olvidarlo.
"Ese tipo de accidentes dejan una marca imborrable en nosotros", comenta el francés, que desde 2013 se ha convertido en un piloto mucho más fiable y centrado.
"Me suspendieron por una carrera. Luego vino Singapur. No intenté nada en esa salida. Tenía miedo. Desde esa salida, cada domingo pienso en eso cuando corro, preparo mi día de una forma diferente que en el pasado.
Grosjean califica de "gran accidente" lo ocurrido en 2012, aunque respira aliviado al recordar que nadie resultó herido.
Después de un esperpéntico 2012 en el que muchos cuestionaron que estuviera preparado para la Fórmula 1, el francés buscó la ayuda de un psicólogo.
"Me gusta y sigo con el tratamiento porque me está haciendo mejor persona en mi día a día y eso también se refleja en el paddock", dijo a finales de 2013.
"Empecé porque fui lo suficientemente listo como para pensar que necesitaba ayuda. No es un signo de debilidad, es una fortaleza. Siempre puedes mejorar y es por eso que aún trabajo con ella una vez a la semana, ya sea por teléfono o en persona".
"Ella ha trabajado con atletas de primer nivel, la mayoría de campeones olímpicos franceses han trabajado con ella. A veces hablamos de unas cosas, a veces de otras... depende de dónde estés y de qué necesites trabajar", dice en declaraciones a Sky Sports.