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Publicado el 15 mayo 2020 por Mj Sol


Manu¡Nunca lo hubiésemos imaginado! Tan bonito y tan esperado. ¡Incluso le hicimos una fiesta de bienvenida! Pusimos un gran cartel con la fecha escrita con números dorados, lo llenamos todo de globos y confeti, preparamos una cena especial y la regamos con vino y cava. ¡Hasta le dimos un día más gratis! ¡Desagradecido! ¡Desgraciado! Pero ¿qué podíamos hacer? Era imposible anular su llegada. No sabíamos la que nos esperaba con cada campanada del año nuevo…

SalvadorQuizá fuimos demasiado confiados, debimos estar más atentos. Estaba demasiado lejos, pero debimos habernos aplicado eso de “cuando las barbas del vecino veas cortar…” Gutiérrez ¡Ya estamos con las frases a medio terminar! ¡Así no hay quien se entere! ¡Hablad claro! Alguien nos advirtió algo, lo dejó caer, con medias palabras, en sentido ambiguo, suelta la primera parte del refrán y deja el resto en suspenso porque piensa que sabemos cómo continúa… “Año bisiesto…” Y tampoco nos podíamos dejar guiar por supercherías… Esas cosas nos las dijeron antes refiriéndose a otros y muchas veces no se cumplieron. Yo ya no veo ni las noticias, estoy harto del tema. ArturoRecomendaban no viajar y yo ya tenía las vacaciones compradas desde hacía meses. Llamé a la agencia tres veces y me dijeron que no pasaba nada, que no anulara porque el seguro no cubre el miedo y perdería el dinero. Primero pretendían dejarme sin viaje y después sin carnavales, sin fallas (siempre voy a Valencia en esas fechas), sin Semana Santa y sin feria (llevo 10 años sin faltar a la feria de abril). Y para rematar el deporte… ¿cuándo se ha visto que se interrumpan las ligas deportivas? ¡Eso no me entraba en la cabeza!Ramiro (Hotel Mar Azul)Me enfadaba cada vez que los oía decir cifras por televisión ¡Cuánto más hablaban menos reservas tenía mi hotel! ¿Cerrar también el restaurante y el bar de copas? ¿Qué iba a hacer con la comida que había encargado para todas las fiestas que se avecinaban en el calendario? Pero llegó por más que lo negáramos. Tuve que cerrar de verdad. Espero que para agosto esto esté arreglado y pueda reabrir todos mis negocios, vengan los turistas y pueda salvar el año porque si no esto me trae la ruina ¡La ruina!GonzaloEstáis todos muy estresados y enfadados. Hay que tomárselo con calma. Esto pasará. Lo mejor es el yoga. A mí me sienta de maravilla tumbarme en el jardín de casa y tomar un ratito el sol mientras leo. ¡Hasta he aprovechado para instalar la barbacoa que compré el año pasado! Cuando volvamos a la normalidad organizaré una fiesta. Pilar¡Hasta para el confinamiento hay clases! @Gonzalo para ti es muy fácil hablar desde tu chalet con jardín. Querría yo verte en mi piso de 70 metros cuadrados con mi marido viendo partidos del mundial del 82 y mis dos hijos peleándose constantemente.Roberto@Pilar, hija… Que las cosas de internet son gratis… ¡pues no hay actividades ahora para evadirte! Yo tengo la suerte de que me encanta estar en casa y ahora tengo tiempo para todo. Dicen los psicólogos que lo mejor es hacer un horario. Así que mi agenda está más llena que nunca: a las 10:00h clase de gimnasia por streaming. Repaso de limpieza por la casa y ducha. A las 12:00h comidita con un cocinero que ha colgado sus videos en youtube. ¡Me salen de maravilla sus recetas! Aunque a este ritmo voy a salir rodando. A las 15:00 veo las noticias. A las 16:00 una buena siesta en la terraza. A las 17:00h hago videollamada con amigos o familia. Luego tiempo para ir a la compra o lo que necesite ese día. A las 19:00 conferencia o encuentro por Instagram con personajes que admiro, a veces hay hasta dos charlas a la misma hora y no sé dónde acudir. A las 20:00h aplauso a los sanitarios y después cantar todos los vecinos el Resistiré. Algunas noches se organizan festivales de música por Instagram. Luego ceno, leo, veo alguna peli o hago maratón de series y me voy a la cama.LaliEstoy contigo @Pilar. Cuando suspendieron las clases, pensé en la lata que me darían los niños todo el día correteando por casa y yo, que siempre los castigaba sin Play, rogaba porque se engancharan a algún juego y me dejaran tranquila. No puedo más con las tareas del hogar, los deberes de mis hijos y el teletrabajo. AntonioYo creí que habían adelantado las vacaciones. Con los niños sin colegio y mi jefe prometiéndome el teletrabajo, cogí a la familia, los subí al coche y nos fuimos al pueblo de los abuelos que allí tenemos una casa vacía que no visitábamos desde que murieron los yayos. Pero ahora resulta que aquí no hay fibra óptica. Me he quedado sin trabajo y atrapado en este pueblo de 50 habitantes todos mayores de 70 años. AdriánLas piezas empezaron a no llegar a la fábrica, tenían que venir de la zona que habían cerrado en China y vimos peligrar nuestro trabajo, con razón. Ahora estoy arreglando los papeles del desempleo. Va a haber una gran crisis económica con millones de parados…AuroraAl menos hay algo positivo: con todos encerrados en casa, sin coches, sin aviones, el planeta se está descontaminando, la Tierra respira, se revierte el cambio climático, los animales vuelven a tomar el territorio que los humanos le habíamos robado…Pepe¡No te jode la ecologista! Yo paso del cambio climático, de internet (bastante tuve con el curso) y de cantar el Resistiré… Resistiréis vosotros, porque yo no aguanto más encerrado en casa. ¡Menudo aburrimiento! ¡Pero si en la tele ya solo dan noticias y programas repetidos! No creo que tengan derecho a dejarnos confinados. Yo ya tengo mi táctica. Voy a la panadería todos los días, saco al perro cinco veces, tiro la basura, al rato voy al supermercado por una cosa, pero no está la marca que a mí me gusta, así que al poco vuelvo a ver si al transportista le ha dado la gana de llegar ya con el pedido. La cajera me mira mal, pero ese es su trabajo, su obligación… A ver si un día le voy a dar un susto tosiéndole en la cara de mala leche que me pone a la quinta vez que vuelvo. Ya sé lo que me vais a decir, que como me pillen me pondrán una multa… María@Pepe te olvidas de que yo soy cajera de supermercado y estoy hasta la coronilla de los listos como tú. El año pasado nos veíamos en la calle cuando instalaron cuatro cajas de autoservicio y ahora nos declaran servicios esenciales. Quizá hubiese sido mejor que me despidieran así estaría en casa y no expuesta al peligro. Todo el día atendiendo a cientos de personas, muchas sin mascarilla, pasando los alimentos y el dinero que han tocado, viéndolos no respetar la distancia, ir a por un solo producto con la excusa de salir. Seguimos mal miradas y mal pagadas. Llego a casa por la noche y ni un abrazo puedo darle a mis hijos por miedo a haber pillado algo. Pongo la ropa a lavar, me ducho, me siento a ver un momento la tele y siempre el dichoso mensaje “quédate en casa” ¡qué más quisiera yo que quedarme en casa! Eso comento siempre con el pobre guardia de seguridad del hipermercado y con el policía que ya ha multado a más de uno en la puerta. Siempre hablándonos a gritos desde la distancia por respetar las normas, pero, sobre todo por miedo. Ayer vino el ejército a desinfectar la estación de autobuses cercana y a mí me dio la impresión de que ellos también lo están pasando mal.DoloresMi marido es camionero. Hace una semana que no lo veo. Tiene rutas que no le avisan con anterioridad, se encuentran las estaciones de servicio cerradas, no tiene un lugar donde comer caliente, donde dormir, donde ducharse. Vive en condiciones infrahumanas. Mi hijo es mensajero, tiene que llevar hasta las casas las más variopintas mercancías. Me cuenta que algunas son importantes, pero muchas son para ninis que compran ropa y zapatos por internet, haciéndole siempre las quejas de que las tiendas están cerradas y que ir de compras por la web no es tan divertido. Además en muchas puertas se encuentra un dibujito de un arcoíris con “Todo saldrá bien. Quédate en casa”. A la pequeña no le han puesto teletrabajo y tiene que ir todos los días en el autobús con más gente, sin mascarilla y sin guantes porque están agotados. El conductor los mira con miedo desde el cartel de “no pasar” que le han puesto. Cuando llega a su oficina son tantos compañeros que no pueden guardar las distancias y tiembla cada vez que escucha alguno toser.Ellos salen al peligro todos los días. Esto ha venido a robarnos la paz, la rutina, la salud… AliciaMe di cuenta de que esto iba en serio cuando cerraron todos los monumentos y vi por la tele desinfectar las pirámides de Egipto. Acabo de llegar de hacerle la compra a mi vecina, es una mujer muy mayor que vive sola. Le he hablado a través de la puerta y le he dicho que le dejaba las bolsas sobre su felpudo y que lo desinfecte todo. Dicen que a los jóvenes no nos pasa nada, pero tengo a un conocido ingresado en el hospital y solo tiene 30 años. Por suerte hace casi un mes que no lo veo, por lo que creo que no me habré contagiado. Pero yo, por si acaso, no me acerco a mi vecina, no quiero pegarle nada.CatalinaNo, no te acerques, Alicia. Haces bien. Como farmacéutica te digo que antes yo charlaba con la gente, les daba consejos gustosamente y hasta cotilleábamos un poquito. Pero ahora me retiro. He puesto una doble mesa y un cordón para que no se acerquen, igual que ha hecho la panadera. Estamos muy tristes porque hemos perdido a varios abuelillos del barrio.RafaAunque esta situación nos parezca nueva. Esto ha pasado varias veces. Es como un fantasma que reaparece a lo largo de la historia, en diferentes épocas, con diferentes nombres, invisible y silencioso. Siempre nos sorprende desprevenidos. Nosotros solo lo conocíamos de oídas, nunca nos habíamos topado con él. La última pandemia parecida fue la mal llamada gripe española de 1918. Le pusieron ese nombre porque la prensa española era la única que daba noticias sobre ella. El resto de países, inmersos en la I Guerra Mundial, no decían nada para no desmoralizar a los soldados. Duró dos años y murieron más de 50 millones de personas en todo el mundo. Esta historia no ocupaba ningún espacio en nuestros pensamientos, porque eso no nos podía pasar a nosotros que estábamos tan cómodos en nuestra rutina, con nuestra tecnología, yendo a cenar, de copas con los amigos, al cine, a los conciertos, al fútbol y a fiestas multitudinarias. Nadie nos podía robar nuestras tradiciones, nuestros viajes por el mundo. Habíamos llegado al futuro que ni se atrevían a soñar en las películas de ciencia ficción antiguas. Estábamos convencidos de que nada nos lo podía arrebatar. Dicen que esto pasará, que seremos mejores personas y que volveremos a tener la vida de antes. Pero yo, sinceramente, no lo creo. Va a transcurrir tiempo para que podamos volver a juntarnos miles de personas en una feria o un estadio de fútbol… Pepe¡No jodas, Rafa! ¿Dos años? ¡Tú alucinas! ¡No nos des más lecciones! Mira, yo voy a volver a pasear al perro y que me dé el fresco por el camino… No te aguanto… @Pilar, @Lali, @María cuando queráis os paseo a los niños, que ahora han dado permiso…

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María¡Sí, hombre! ¡Vas listo si te crees que voy a dejarte pasear a mis hijos como si fueran perros!
ÁlvaroChicos, me encuentro mal, llevo dos días con fiebre. He llamado al teléfono que anuncian en la tele y solo me han dicho que me vigile la temperatura, tome paracetamol y que me aísle en mi habitación sin salir. ¿Aislarme en mi habitación? Solo tenemos un baño en la casa… ¿Y si tengo eso? ¿Qué hago para no contagiar a mi familia? @Carmen ¿Estás por ahí? Eres enfermera ¿verdad?

CarmenSí, @Álvaro. Acabo de llegar a casa. Si quieres llámeme y te doy algunas recomendaciones, pero lo principal es que tienes que limpiar con lejía el baño cada vez que lo uses. Habla con tu familia por el móvil, no salgas del cuarto. Y llama a tu centro de salud para una consulta telefónica con tu médico. Si te pones peor tendrás que ir a urgencias. Espero que no, deseo que sean solo síntomas leves. Yo estoy muy triste y desesperada. Todos los sanitarios nos dejamos la piel para poder salvar a las personas. No os voy a contar lo que veo cada día en el hospital porque no puedo más. Acabo de hacer doble turno y estoy rendida. Me ducho y me voy a la cama en un ratito. Roberto¡Qué te mejores @Álvaro! @Carmen no te vayas a dormir todavía. Son casi las ocho, la hora de los aplausos. Son para ti y tus compañeros. ¡Vamos todos a aplaudir!