Según un artículo publicado en la versión en internet de la revista de ciencia británica Nature Nanotechnology, los investigadores lograron crear una fibra sensible de 3,4 micrómetros de espesor.
El material semielectrónico está fabricado en base a nanotubos de carbono. "Los dedos sensibles de un médico experimentado son capaces de detectar un tumor pequeño pero lo que sienten, no se puede medir" y ser cuantificado para compartir esta información, explicó a la AFP el profesor Takao Someya de la Universidad de Tokio.
Los científicos creen que en el futuro podrían medir y reproducir las sensaciones que experimentan los profesionales experimentados, afirmó Someya.
Los académicos probaron el rendimiento del sensor en un vaso sanguíneo artificial, con lo que midieron su capacidad de captar mínimas variaciones de presión.
Los tratamientos contra el cáncer dependen mucho de la detección temprana de la enfermedad.