Guirnalda de luces navideñas

Por Paula Lesina

Este año, nuestro árbol de navidad está en veremos. Lo sé, lo sé. Ya me reprendieron amiga y cuñada por la omisión, porque esperando el  momento y la voluntad para hacer yo misma una variante DIY creativa, ecológica, estilosa y con no sé cuántos requisitos más del campo semántico de la burbuja craft, no hice nada. Aún. No sé si les suena familiar....

Pero aunque el árbol navideño que supe tener sucumbió a las circunstancias de una mudanza, mis adornos sobrevivieron incólumes en prolijas cajas blancas guardadas en el armario. En definitiva, la navidad es mi época preferida del año.  

Voy a ser honesta: el rezongo femenino (y las cientos de fotos de personas armando su propio árbol de navidad en familia) me hicieron sentir una madre desalmada, cultivando la abulia y el desapego por los valores tradicionales. Por un momento, visualicé a mi hijo adulto analizando el recuerdo de una navidad sin espíritu con su terapeuta freudiano y  me ardió la conciencia. Pero eso, estuve pensando de qué forma podía decorar el living para darle un aire más festivo. Como soy exageradamente simple (como creo haberlo demostrado con esta corona de perlitas y esta guirnalda de estrellas) decidí hacer la más simple de las guirnaldas de luces.

Note, el ojo entrenado en la observación, la tristeza de esa lámpara trípode. Podría hacer una apología de la decoración industrial espontánea. alegando el propósito estético de los objetos sin terminar en los ambientes del hogar. De pronto, hasta me creen. Pero lo cierto es que ella, como tantas otras cosas en nuestra casa, está esperando su turno para recibir una pantalla nueva. Por otra parte, antes de que tengan los mismos pensamientos viciados que mis malpensadas amistades, la planta en el rincón junto a la ventana, es una caña...

Y ahora sí: feliz viernes. Espero me contagien de voluntad navideña para terminar proyectos en el finde frugal de Colorín Colorado.